CANTO A LAS ISLAS MALVINAS
Una estrella en el mar
soñada por las horas y los siglos
como una flor del tiempo y la distancia.
Tu destello fugaz
en medio de las olas sempiternas
es un eco nostálgico del fulgor de los Andes.
Mucho antes de la voz
de un Ona taciturno detenido en tus rocas
eres piedras de piedras fraternales y unidas.
Del ser continental
eres sólo un acorde, un gesto coherente
en su rostro conjunto y milenario.
Porque el dedo de Dios
indicó en el comienzo de la edad geológica
tu sílaba en el himno de estas tierras del Sur.
Nadie puede torcer
esa perseverancia en el ser de la piedra
que forma la armonía sinfónica del mundo.
Por eso no es falaz
este anhelo argentino de llamarte Malvinas
y darte el pabellón que restalla en la Pampa.
Hay una voluntad
que sobrevuela imperios creados por el hombre
y que vuelve a su cauce las corrientes eternas.
Un día llegará
en que la generosa disposición humana
se una a la inteligencia que ordena nuestras vidas.
Entonces el mismo sol
que es símbolo fraterno de esta comarca atlántica
se inscribirá en el centro de tu mole oceánica.
Y nadie desmentirá
tu divino derecho a hablar el mismo idioma
que vocaliza el aire de tus hermanas tierras argentinas.
(Buenos Aires, diciembre de 1964)
POESÍA ARGENTINA Y MALVINAS. UNA ANTOLOGÍA (1833-2022). Investigación, selección, prefacio y posfacio de Enrique Foffani y Victoria Torres (Coordinadores)