PRO PATRIA
(sí, hermetismo de logia)
Para Liliana Ponce
y sus pequeñuelos (Tomasito y Noemí)
Ahora resulta que a la endomingada tarde hay que agregarle la
terraza endomingada. Cuestiones de trabajo, de árboles que sobrepasan
a los apóstoles, incluso a los pájaros: por ser malo me dejaste en la
beatitud, un pozo cántaro del que no se sale. Las estrellas como único
paisaje, el agua eterna.
Ginebra, 1982. ¿Dónde paran los argentinos paran? ¡En el mundo,
y sin parangón!
Ahora resulta, antes no resultaba, y mañana (o esta misma noche)
tampoco resultará.
Isabel Perón abre el ataúd de Raymond Roussel –todos tendremos
que morir, algún día– allí se acoge y desde ahí brinda. Sonríe, no musita
que está mustia: no, para nada. Levanta su dedalito de plata, sonríe, y
brinda –sonriente.
Los pequeños burgueses hablan en jerga popular, hasta cuando se
refieren a “cuestiones teóricas” (comillas: lenguaje pequeñoburgués).
¿Cómo enseñarles que la historia (fantasma de humor negro) –cava
túneles, erige bunkers, vaca (yendo gente) sol, sol, layando, los
proyectos de vida coherentes, las existenciales positions, el…? ¿Y por
qué enseñarles? Es ridículo. Lo conté en otros libros. Yo conocí a un
pequeñoburgués: Hartz.
En el nuevo orden social, al esquizofrénico se le hará marcar el sapo.
Seamos felices con el budín inglés parece ser la última orden de los
dulces nazis. ¡Mi alma! Mi viento, mi cantón chino (Suiza mordiendo),
mis nor nord Malvinas. Todo, todo… Todo está para el agujero donde la
impotencia más trasta se estremece y fragor (produce). Si yo no supiera
escribir les bajaría los dientes a bofetadas.
Vestida de semblanza, de recuerdo casi pro tibio, va la tarde a la
ribera. En el mar se busca una seña “significativa” y lo único que se
encuentra, siempre, es un botero (con cara de Hartz). Son fascinantes
las confidencias de un botero del Tigre, aunque Kipling no cope la
parada. Lo único fascinante es la muerte. Lo demás sólo importa por
ser su palio. Como decir lo que habría que tachar. Decir, por ejemplo:
verde es la esmeralda del esmero. Porque con un mero ser basta para
reintroducir la muerte fascinante. Los remos parten la cara. El mar lleno
de óxido y herrumbre, como si tejido estuviera por rotas cadenas. La
bandera azul y blanca cubre (recubre) la chafalona carroña.
1982
POESÍA ARGENTINA Y MALVINAS. UNA ANTOLOGÍA (1833-2022). Investigación, selección, prefacio y posfacio de Enrique Foffani y Victoria Torres (Coordinadores)