CARTA DE SOLDADO
Quizá cuando recibas esta carta he de ser
un vuelo sin retorno, madre, pero no importa.
Frente a la gloria eterna, toda la vida es corta:
quien muere por la Patria siempre vuelve a nacer!
Yo lucho por la espiga de tu pan; me reclama
la voz irresistible de la tierra, el regazo
de una madre profunda que nos reúne y ama
y me iría dichoso por merecer su abrazo.
Esta lucha es vigilia de justicia y constancia,
y es amor por los límites de la tierra querida.
Nada importan las llamas, los hielos, la distancia:
¡Jamás, jamás daremos nuestra fe por perdida!
Sonrío al escribirte, como el sol en la nieve…
Si está de Dios que pierda en la sombra mis huellas
búscame en la alegría de las altas estrellas
donde todo es perpetuo, porque el dolor es breve.
Si no vuelvo visible, volveré en la grandeza
de una Patria arrogante dueña de su destino,
donde triunfe una aurora de paz y de entereza
y que Dios nos bendiga para siempre el camino.
Buenos Aires, junio y Año de las Malvinas
POESÍA ARGENTINA Y MALVINAS. UNA ANTOLOGÍA (1833-2022). Investigación, selección, prefacio y posfacio de Enrique Foffani y Victoria Torres (Coordinadores)