¿Cómo elegiste el cine animado y el lenguaje del stop motion para tus creaciones cinematográficas?
A.M : Yo estudié Diseño de Imagen y Sonido en la UBA, me gusta el trabajo audiovisual, fundamentalmente porque me gustan mucho el trabajo en equipo y los rodajes. Descubrí Aardman, Wallace y Gromit y quedé fascinada con esos personajes encantadores, la fotografía de las maquetas, las miniaturas y esa mixtura de cine de género con inocencia y humor.
Empecé a editar con mi hermano más grande que era diseñador gráfico y se armó una computadora para editar video, allá por el año 1999 aproximadamente. Entonces descubrimos con mi amiga Sol, que estudiaba fx, que podíamos hacer stop motion y nos pusimos a hacer un cortito.
Fue un viaje de ida. La primera toma la rehicimos tres veces hasta que nos pareció que fluía y entonces nos sentimos super poderosas: era hermoso ver una y otra vez como ese pequeño personaje de plastilina cobraba vida, por supuesto que en el mismo corto lo matamos sangrientamente…
¿Qué desafíos técnicos enfrenta el realizador de stop motion a la hora de animar?
A.M : Lo más divertido del stop motion es justamente que suele presentar nuevos desafíos a la hora de comenzar un nuevo proyecto porque trabajamos con materiales muy diversos y objetos corpóreos con distintos tamaños, pesos y requerimientos. Es muy importante pensar y hacer pruebas durante la preproducción para entender qué necesidades tenemos y desarrollar los sistemas necesarios para poder animar esas materialidades. A la hora de animar debemos concentrarnos en el movimiento y la actuación, siempre animando hacia adelante, es decir cronológicamente. Para mi es como un juego en el cual tenemos que ir moviendo cositas, cuadro a cuadro, con nuestras manos, a veces con herramientas, modelando, pegando, cortando, hasta soplando en ocasiones, con mucha paciencia y concentración y sin perder de vista el objetivo de representar ideas y crear ilusiones que expresen lo necesario para contar la historia.
¿Qué temas y problemas del ser humano planteas en tu cine?
A.M : Hay un tema recurrente en mis cortos y en los proyectos de contenido que desarrollo que es el ser humano como parte de la naturaleza, siempre con la idea de cuestionar esta cultura antropocentrista en la cual queremos controlar y consumir absolutamente todo en un camino que nos lleva a la propia destrucción.
Diriges un estudio de stop motion. ¿Quiénes conforman tu pequeño estudio y qué trabajos realizas?
A.M : MOCO Estudio lo integramos junto a Karina Fuentes, productora y Bela Tagliabue, directora y directora de fotografía, mi rol es de directora y directora de animación, tanto Bela como yo animamos. Siento que nos complementamos muy bien como equipo y nos comprometemos mucho con nuestro trabajo, amamos lo que hacemos, y siempre tratamos de disfrutar el proceso: esa es la clave. Armamos equipo de acuerdo a las necesidades de cada proyecto. Brindamos servicios de animación y desarrollamos proyectos de contenido.
¿Qué significa trabajar por encargo o hacer tu cine teniendo como base tu inspiración?
A.M : Cuando trabajas por encargo te pones al servicio del cliente, tratando de comprender sus necesidades y planificando en relación a los recursos que tengas para que todo salga en los tiempos requeridos y con la mejor calidad posible. Siempre se involucra la creatividad para lograr que todo funcione y dependiendo del momento en el cual nos involucremos y del rol que desempeñemos tendremos un poco más de libertad para proponer o no, esto puede variar mucho.
Cuando trabajo en un proyecto propio, ahí se trata de lograr materializar esas ideas que están en tu cabeza. También evaluando los recursos que tenés, el equipo que podés armar y la forma de hacerlo para poder lograr el objetivo, pero acá se pone en juego el corazón y muchas veces hay que remar mucho para concretarlo.
¿Cuáles son las técnicas de stop motion con las que más trabajas?
A.M : Nosotras trabajamos mucho sobre la mesa multiplano, con la cámara en cenital, con todo tipo de materiales, papel, plastilina, pequeños objetos, etc. Ojo, nos gustan mucho los puppets y las maquetas pero en general son proyectos más caros y no es fácil acceder a ese nivel de presupuesto. Pero amamos el stop motion en todas sus variantes.
¿Qué cineastas fueron la base de tu inspiración como animadora?
A.M : Nick Park, fue mi inspiración inicial: Aardman. Por supuesto Tim Burton, Henry Selick y El extraño mundo de Jack, Jim y el Durazno Gigante y mucho más tarde amé las pelis en stop motion de Wes Anderson, Fantastic Mr Fox e Isla de Perros.
¿Qué significa trabajar para la infancia y para la adolescencia o hacer un cine animado para adultos?
A.M : La animación es un medio, con el cual se puede contar todo tipo de historias, para todas las edades y en cualquier tipo de género. Me divierte mucho desarrollar contenido de animación para cualquier target, por supuesto que tenés que pensar en cómo llegarles pero también siempre trabajar desde la esencia tuya, desde el corazón del proyecto.
Cómo docente de animación , ¿qué desafíos pedagógicos enfrenta el cine de animación hoy en día?
A.M : Por un lado creo que es un momento excelente para la animación, que hay mucho interés en las nuevas generaciones de estudiantes que quieren hacer animación y videojuegos. Creo que el desafío más grande que presenta hoy la educación en general es el presupuesto, esto muy relacionado al desinterés de este gobierno por la educación pública. También como consecuencia de la pandemia hay un tema que todavía no termino de comprender, pero siento que está siendo difícil que los estudiantes se comprometan con la presencialidad.
¿Qué proyectos futuros tenés y cuáles fueron los cortometrajes que más te identifican?
A.M : Estamos terminando el piloto de nuestro proyecto de serie Mundoscopico que esperamos pueda tener posibilidades de producirse y por ahora estamos comenzando a pensar nuevos proyectos pero aún no tenemos nada definido.
Me identifico con los dos últimos cortometrajes, Flotar que es de 2018 y M2 de 2021, este micro corto lo codirigí con Bela Tagliabue y con Poli Bellato, es una catarsis de la pandemia y fue una muy linda experiencia realizarlo.
Por último, un pensamiento que revele tu sentimiento por el cine animado.
A.M : La animación es un oficio hermoso, que elegí proyecto de vida. Disfruto de este camino y espero realizar muchos proyectos más con este equipo poderoso que tenemos. Ojalá podamos llenar las pantallas con animación latinoamericana y que crezca la industria para generar fuentes de trabajo. ¡Por acá lo estamos intentando fuerte, gracias!