Un clasico argentino de culto: La Antena de Esteban Sapir (2007). Por Ileana Andrea Gomez Gavinoser

Con un elenco memorable (Florencia Raggi, Roberto Ferro, Valeria Bertuccelli, Julieta Cardinali y otros), esta película de Esteban Sapir es un claro homenaje a la antigua Metrópolis, de Fritz Lang, un clásico de culto de nuestra amada cinematografía mundial cuya copia completa fue rescatada recientemente por Fernando Martín Peña aquí en Buenos Aires.



Lamentablemente esta película(LA ANTENA) pasó inadvertida en su momento por las salas cinematográficas y mi deseo es volver a recordar este film que deja su huella en nuestra filmografía.
La ciudad completa carece de voz y el Sr. Tv se apropia de las dos únicas personas que pueden romper ese silencio bajo el cual están sometidos todos los habitantes.



De corte altamente expresionista, LA ANTENA combina en su cinta en blanco y negro una exquisita dirección de fotografía, una impecable dirección de arte, arte y cine de animación combinado con efectos visuales que no son solo estéticos si no también semánticos.

De la mano de su director Esteban Sapir, los actores realizan también su magia. Como estamos frente a una ciudad sin voz, la mayor parte del largometraje es cine mudo como acostumbrábamos a ver en las películas antiguas e incluso la acción está situada (valga el oxímoron) en el transcurso de esos años y a la vez en un futuro distópico que esta vez tendrá su difícil redención.



Todo significa en la película: desde los títulos, desde los diálogos, desde los encuadres de las tomas de cámara, desde la animación en stop motion, desde la estética de la muda ciudad, hasta llegar a la fuente de todo que es la antena del sr TV.
LA ANTENA no es solo un alarde técnico sino una fiesta visual y musical (la excelente música a cargo de Leo Sujatovich) que profundiza en el alma humana de los habitantes de la ciudad. No es fácil hacer ciencia ficción en nuestro país y la sabia dirección de Esteban Sapir lo ha logrado.


LA ANTENA es una película compleja, pero al alcance de todos. No hay más que dejarse llevar por los significados que se suceden unos a otros y disfrutar de la fiesta del gran cine argentino.
(POR CINEAR PLAY)