Mi barca está sobre
la montaña;
-Equivocó el camino-
Se asustó del mar:
-Equivocó el camino-
Mi barca está sobre
la montaña.
Allí pende
como otra
estrella.
(De “La Barca en la Montaña”)
De ti soy deudora
De tanto estar a tu lado
Por dentro tengo tus islas,
Tus ensenadas,
Tus cabos y archipiélagos.
Tus montes me cubren.
Me libran del sol y de la niebla.
Tu simiente brilla
en la flor
de mi pelo.
De ti soy deudora, amor
Duermo con tu sueño.
Amanezco con la estrella
que ríe
cuando tu boca
despierta
al día.
(De “Territorio del Mar”)
Cuántas palabras...
¡cuántas!
¿Verdad?
Una sola
de ellas
que quede
¡Una sola!
Sería suficiente
para llegar
al
cielo.
Margarita Galetar fue grabadora, dibujante y poeta. Nació en Buenos Aires (Argentina) y falleció en México (1916/ 1992). Sus libros de poesía y poemas ilustrados: Poseída, poemas ilustrados, 1950; Mar de este cielo, 1961 (poemas); Te Cuento, 1964; ¡Qué hermoso! Verdad?, cuentos infantiles con 10 xilografías de la autora; Poemas Ilustrados, 1967; Territorio del Mar, 1968; Los celestes años; La Barca en la montaña. En 1965 le otorgaron la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores.
Como grabadora, expuso en Argentina, Venezuela, Estados Unidos, Italia, Hungría, Francia, Yugoslavia y Rumania. Mención en el Salón de Santa Fe de 1973, entre otros.
(Revista de la Semana, 12 de abril de 1970 ) "Mis grabados cantan a la flor, al pájaro, al hogar. A esa parte íntima del hombre que permanece viva, eternamente, aunque le abata la fatalidad. Y digo esto porque cada artista está comprometido con su época y lo honesto es luchar en primera fila por los eternos ideales del hombre. Cada uno pelea con las armas que posee. Yo peleo con la rosa, con la rama cargada de frutos, porque creo sinceramente que sólo a través del dolor y del amor alcanzará el hombre su equilibrio. Grabo con la misma sencillez del pequeño pájaro que canta, porque considero que también mi trabajo es un canto, expresión genuina de un alma que canta con los elementos que posee y conoce. Si mis grabados son buenos, si poseen valor artístico, eso está más allá de mis posibilidades de saberlo. En el arte hay cóndores, hay quetzales, como hay rosas y orquídeas . Pero hay también los pequeños gorriones y las pequeñas flores del campo que, de alguna manera, forman parte de la vida y de la muerte, de la esperanza y la resurrección."