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Roberto Ferro: La ética del conocimiento. Por David Sorbille

14.11.2024 10:23 |  Noticias DiaxDia  | 

INTRODUCCIÓN

Creo que todos los escritores, y algunos sin saberlo, estamos en deuda con la significativa tarea de Roberto Ferro, quien a su dedicación literaria le agregó una apasionante dedicación por la crítica y la docencia hasta el final de sus días. Por eso, aproximarnos a su biografía, nos ofrece la posibilidad de retener imágenes afectivas que se superponen con circunstancias en donde la admiración a su figura nos sigue conmoviendo. De todos modos, debemos cumplir con un registro imprescindible, y decir que nuestro inolvidable escritor, crítico literario, Doctor en Letras por la UBA, profesor e investigador de la Facultad de Filosofía y Letras, nació el 25 de noviembre de 1944. Entre sus publicaciones, algunas traducidas al portugués y al italiano, citamos: Trazos (1978); Lectura (h)errada con Jacques Derrida. Escritura y desconstrucción (1995); La ficción. Un caso de sonambulismo teórico (1998); El lector apócrifo (1998); Sostiene Tabucchi (1999); Onetti/La fundación imaginada (2003); De la literatura y los restos (2009); Derrida. Una Introducción. (2009); Fusilados al amanecer (2010); El otro Joyce (2011); Cortázar. Un nómada de otras orillas (2015); Textos y Mundos (2015); Los Borradores de Macedonio (2016); Fuera de foco (2018), El pozo de Funes (2020) y Todo viene del pasado (2020). Además, dirigió el volumen dedicado a Macedonio Fernández en La Historia Crítica de la Literatura Argentina (2007), y la edición crítica de Operación Masacre seguido de La campaña periodística (2009). En 2014, recibió el Premio Konex en la categoría de “Ensayo Literario” por el período 2004-2013. Fue profesor adjunto de Literatura Latinoamericana en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y se desempeñó como investigador en el ILH, donde participó junto a Noé Jitrik. Formó parte del Consejo Editorial de varias revistas académicas y literarias. Se especializó en la obra de Jacques Derrida, cuyos conceptos teóricos aplicó en la crítica literaria. Dictó cursos de literatura latinoamericana en varias universidades del exterior y desarrolló una tarea docente fundamental en la capacitación de investigadores y escritores a través de sus clases y la participación en encuentros virtuales coordinados por la escritora Roxana María Palacios, entre otros.

SOBRE ALGUNAS DE SUS OBRAS

La literatura y los restos. Editorial Liber, 2009


Noé Jitrik dice en el Prólogo: “Nada literario me (le) es ajeno”, podría decir (y decirse) acerca de un libro como el que viene a continuación. Declaración audaz, pero verdadera: desfilan en esas desbordantes páginas textos, referencias, sobreentendidos, alusiones, reflexiones, el universo de la literatura en fin, una constelación de palabras, que son también conceptos, mediante los cuales Roberto Ferro trama una relación pasional (e intelectual) con la literatura de su tiempo y en la que resuenan ecos de la gran literatura de todos los tiempos.”

Derrida. Una Introducción. Editorial Quadrata, 2009.

Notable ensayo del cual extraemos los siguientes párrafos: “En esa existencia tan activa y en esa obra tan prolífica, hay un hilo conductor que vincula la amplia gama de la diversidad de los espacios y actividades en los que interviene. Un hilo insistente que se va tendiendo a lo largo de esos años de manera notoria: una perseverante reflexión de Derrida acerca de la muerte, que con el correr de los años se fue acentuando y profundizando”.

Fusilados al Amanecer. Rodolfo Walsh y el crimen de Suárez. Editorial Biblos, 2010.

Apasionante análisis de Operación Masacre, en donde Ferro dice en la Introducción: “La escritura es solo un instante, exige la insistencia de la mirada para no desaparecer, la escritura demanda la solidaridad de la lectura; por eso los diligentes cómplices de los asesinos no repararon en el Walsh lector, el que vuelve una y otra vez sobre los hechos para comprenderlos, para asediar la verdad; el Walsh que revisa sus textos para insertar su lectura, siempre otra, para reescribirlos, los censores habían ignorado al Walsh lector, que descifra y escribe trastornando lo que lee, el que traduce”.

Onetti. La Fundación imaginada. Editorial Corregidor, 2011.

Extenso estudio que abarca la prodigiosa trayectoria de Juan Carlos Onetti y sus principales novelas. Dice Liliana Reales en la contratapa: “El libro de Roberto Ferro es, sin lugar a dudas, una lectura obligada para quienes se interesen por comprender la obra onettiana en relación con las teorías contemporáneas que, desde mi perspectiva, el modo más adecuado de dar cuenta de la complejidad de su escritura.”

Los Borradores de Macedonio. (Una casi novela sin final). Voria Stefanovsky Editores, 2016.

Obra emblemática que Noé Jitrik saludo: “Macedonio, mito viviente de una literatura viva, tiene en esta “casi” novela una resurrección impensada, en un suspenso narrativo de una maestría sin igual”.

Julio Cortázar. Un nómada de otras orillas. Voria Stefanovsky Editores, 2018.

La investigación del universo cortazariano nos permite disfrutar de cada hallazgo y las diversas observaciones y travesías literarias que propone nuestro autor. Dice Ferro: “La obra de Julio Cortázar puede ser leída como una vasta cartografía tramada en un complejo collage, que aparece inabarcable para una mirada que pretenda abordarla desde una sola y única perspectiva.”

DEFINICIONES

Escrituras de ratificación/escrituras de suspensión, por Roberto Ferro


“(Los textos no pertenecen a un género en particular ni se pueden incluir en categorías o taxonomías excluyentes, sino que participan de varias de esas posibles alternativas sin ninguna exclusividad dispuesta a priori. Si bien es indiscutible la concepción de que son los lectores quienes inscriben los textos en los géneros, la plasticidad y la dimensión significativa de la escritura es la instancia primordial que promueve la multiplicidad y la complejidad de esas lecturas.) “(23-12-2010).

¿Qué es la literatura?, una interpelación, por Roberto Ferro

“La literatura aparece socialmente configurada a partir de una dinámica de relaciones entre diversos modos de legibilidad y de visibilidad, en gran parte heredados pero en constante mutación y transformación. La legitimación en el espacio literario argentino está íntimamente vinculada a la heterogeneidad de los focos de construcción de legibilidad, desde los que se van haciendo tangibles las disposiciones y las creencias que legalizan lo literario, ya sean textos, protocolos, poéticas, escritores o instituciones.” (27-12-2010).

Leer a Cortázar en el MALBA, por Roberto Ferro

“Una y otra vez, me propuse escribir extensamente sobre la obra de Julio Cortazar. Los libros sobre Onetti, Derrida, Walsh, Macedonio o Tabucchi, que me ocuparon los años siguientes, podrían servir de coartada para explicar la continua postergación que sometía a ese proyecto; a pesar de que hay algo de verdad en eso, creo que los sucesivos diferimientos están íntimamente vinculados con un intento de comprensión, que aun creo insuficiente, en torno de la relación entre la escritura cortazariana y sus lectores apasionados.” (3-04-2010).

Reportaje a Roberto Ferro por Julia Milanese

“El valor literario de un texto no depende de la mayor o menor repercusión que tenga al momento de aparecer, sino de un proceso de deslizamientos y vaivenes entre olvidos y rescates, a veces lábiles a veces bruscos, que residen en miradas lectoras libres de condicionamientos utilitarios y en lazos genealógicos tendidos a través de reescrituras. El valor literario no se construye con operaciones y maniobras planificadas a priori, es el resultado de un complejo entramado de vertientes que se nutren y rechazan. (…) Crítica y ficción son modalidades que se intersectan, los textos no pertenecen a un género, sino que participan de varios, de modo incalculable, a veces simultáneamente. En relación con la lectura, creo que la literatura es un espacio en el que todos leen y algunos escriben. A mí me cuesta separar la lectura de la escritura, las pienso una como metáfora de la otra.” (12-11-2013).

Clase 1 de Roberto Ferro en el Malba sobre Macedonio Fernández –Fragmentos.

Si nosotros hacemos de golpe una suerte de paneo sobre los grandes nombres de la literatura, yo creo que no habría dudas en torno de la idea de que Macedonio y Juan L. Ortiz serían el narrador y el poeta que cuando uno conversa, discute y discurre en la intimidad con escritores y con críticos, ocupan un lugar destacado. (…) Entonces, comencemos acercándonos a Macedonio. Después voy a hacer algunas caracterizaciones sobre cómo vamos a trabajar. “Amor se fue; Mientras duró, de todo hizo placer/ Cuando se fue/ nada dejó que no doliera”. Y comienzo con este poema, porque luego, al momento de exponer las teorías de Macedonio, vamos a ver cómo funciona dentro de la teoría macedoniana la idea de la muerte y la idea del amor. Pero también es verdad que después de transitar mucho a Macedonio, la idea sobre la cual me he centrado es por qué imaginar que la muerte efectivamente es un hecho biológico. Quién de nosotros no ha atravesado ya, frente a situaciones como las que plantea este poema, muertes efectivas. Dice Macedonio: Nací porteño en un año muy 1874. No entonces enseguida, pero sí apenas después, ya empecé a ser citado por Jorge Luis Borges, con tan poca timidez de encomios, que por el terrible riesgo que se expuso con esa vehemencia, comencé a ser autor de lo mejor que él había producido. Fue un talento nefasto, por arrollamiento, por usurpación de la obra de él. Y Borges, cuando despide a Macedonio en el cementerio, dice: Yo por aquellos años lo imité, hasta la transcripción, hasta el apasionado y devoto plagio. Yo sentía: Macedonio es la metafísica, es la literatura. Quienes lo precedieron pueden resplandecer en la historia, pero eran borradores de Macedonio, versiones imperfectas y previas. No imitar ese canon hubiera sido una negligencia increíble. Y finalmente, una cita de Museo de la novela de la eterna: “Yo quiero que el lector sepa que está leyendo una novela y no viviendo un vivir, no presenciando vida.” Lo que nosotros llamamos estudios literarios es un espacio atravesado por tres grandes entradas: una de ellas es la entrada de la crítica, que tiene que ver con aquellos discursos que están efectivamente preocupados por el sentido de un texto. La otra avenida es la teoría, que es aquel conjunto de discursos en torno de los cuales se agrupan conceptos que tiene un ámbito de generalidad que permiten pensar los puntos a partir de los cuales se abordan lo que llamamos los textos literarios.. La otra entrada, que a nosotros nos va a importar mucho, es la Historia. Ahora bien, no es la Historia de los acontecimientos sociales; es la Historia de los cambios y las transformaciones que se producen en el espacio literario, que muchas veces no se corresponden con las fracturas históricas.” (10 de mayo de 2013).

LEGADO

El 29 de septiembre de 2023, Daniel Gigena publicó en La Nación, una noticia inesperada que nos colmó de tristeza. Roberto Ferro, uno de los organizadores de las jornadas sobre el centenario de las vanguardias latinoamericanas en la sede la Universidad Nacional de las Artes, falleció en su domicilio el 28 de septiembre de 2023 y, en un párrafo extraído de la publicación mencionada: “para despedir al profesor y crítico, las investigadoras Vanesa Pafundo y Silvana R. López, escribieron: “Supo ser un gran maestro y construir en la duración de los vínculos con los otros, a través de un compromiso y una ética indeclinable, un legado imborrable: el de una biblioteca que nos permitió articular nuestra propia maquinita estrafalaria de lectura. Hasta siempre, querido maestro y amigo. Hasta siempre, ‘don’ Ferro”.

BIBLIOGRAFÍA:
www.metaliteratura.com.ar › titulo=Milanese Julia
www.robertoferro.com.ar/index.asp


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