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Susana Fernández Sachaos: La dama del sueño. Por David Sorbille
02.02.2025 09:15 |
Noticias DiaxDia |
I
Apenas la conocí, me di cuenta de su bondad infinita. En su frente lucía una estrella pequeña y luminosa, como una señal que la distinguía y le sumaba esplendor a su madura belleza. Sus manos delicadas, eran la exacta extensión de su carácter, templado por una sublime espiritualidad. La franqueza de su palabra, tenía el vigor de la sensatez y el equilibrio para definir a las personas, los objetos por su valor simbólico y las obras de arte, tan cercanas a su pasión creativa.
Recuerdo la impresión que le causó la lectura de mi primer libro de cuentos, y su certidumbre al leer entrelíneas parte de la historia argentina vista desde un lugar de ciudadano activo, de actor dentro del relato. Además, destacaba que la mención de seres como Handke y Kafka, le recordaba cuántos amigos teníamos en el espacio literario, algunos felices y otros atormentados, pero siempre dispuestos a brindarnos visiones del mundo que muchas veces no nos atreveríamos a dilucidar.
Luego, café por medio, me explicaba sobre sus viajes a algunos países europeos y los cursos de Arte oriental que tanto la habían influenciado. Su especialización en Arte digital, le dio la posibilidad de encontrar un espacio en donde la palabra, las bellas artes y la significación de los símbolos, la fascinaban por igual.
Al respecto, podíamos dialogar sin límite de tiempo, y me ilustraba sobre la poética de Ginsberg, Pound, Borges y Elvio Romero. Su encanto nos convocaba y nos sentíamos felices al verla compartir una mesa con amigos, celebrando a la vida, más allá de las carencias y el dolor que cruza nuestro acontecer.
Por eso, le pedí que redactara un prólogo a un nuevo libro de cuentos que deseaba publicar después del fallecimiento de mi madre. Entonces, me dijo que se sentía como la persona adecuada para interpretar a la mayoría de esos relatos que definían el lenguaje común de la muerte. De ahí, que me sentí muy acompañado por su experiencia y calidez para afrontar esos momentos tan especiales, y le dediqué un poema en donde celebraba su transparencia que embellecía los días de nuestra amistad.
Con su presencia, las calles del recuerdo se convertían en una sinfonía de versos que disipaba las sombras, en una ilusión de poemas que festejaban a Whitman, Milosz, Mallarmé y Neruda. Era una invocación, como ella decía, sobre “los sueños y delirios que disparan sentidos y que los poetas ofrecen a sus lectores sin saber la mayoría de las veces, si sus poemas serán comprendidos o conmoverán hasta el final de la idea o la emoción que intentan provocar”. Esas eran las ideas que impulsaban los sentimientos y pasiones expuestas en un lenguaje sin ataduras, pero con la absoluta fidelidad a sí mismo.
Luego, nos enteramos de su frágil salud y nos resistíamos a entender el verdadero problema que derivó en su internación en el Hospital Fernández. Junto a varios de sus amigos, fuimos acudiendo a brindarle los mejores deseos para su pronta recuperación. Pero, a las pocas semanas, la dama del sueño se nos fue, y, como decía nuestro admirado Julio Cortázar en “Queremos tanto a Glenda”: “Estábamos seguros de no volver a encontrarnos en el café, de que cada uno escondería desde ahora la solitaria perfección de nuestro reino”.
II
Susana Fernández Sachaos: Docente y Escritora. En 1990 fundó el espacio de investigación literaria en la Biblioteca del Docente Municipal, y posteriormente, continuó en la Biblioteca Miguel Cané de esta Capital. Realizó cursos de Arte oriental, sobre todo de cultura japonesa, con el Profesor Osvaldo Svanascini.
Desde 1991 coordinó talleres con la modalidad de lectura con fines de escritura y Oratoria, disciplina en la cual se capacitó en la Facultad de Derecho de Buenos Aires. Dirigió la publicación El Boletín y colaboró en la revista La Guillotina.
Participó en numerosas antologías y publicó "En el principio el barro, la palabra esperaba”, Imprenta Tipo, Poemas, 1ª Edición, Quilmes, 1997 y 2ª Edición multilingüe (en francés, inglés, italiano y portugués), Quilmes, 1998; “Luz, más luz”, Antología de taller, Imprenta Tipo, 1998, y “Eterno retorno”, poemario, Editorial Nueva Generación, 1999. Inéditos: “Por siempre las rosas”,poemario y “Ángelus”, poemario.
Se especializó en Arte digital y agregó a su expresión poética escrita obras del contexto de la Poesía Visual. Fue premiada en diversos eventos culturales; formó parte del Consejo de redacción de la revista-libro de poesía Barataria y de la revista Ápices, Gráfica y Digital.
Colaboró en la revista Generación abierta, que dirige Luis Calvo y compartió la conducción de ciclos literarios de singular prestigio, como Extranjera a la Intemperie junto a Susana Cattaneo Corona. Falleció en Buenos Aires, el 5 de junio de 2011.
Fragmentos de “El Pájaro de Fuego”, de Susana Fernández Sachaos
Lejos quedó una tierra quemada
por el infierno de los hombres,
a la que no volveremos;
porque somos el ave y yo,
fugitivos de esa tierra.
Porque somos las alas y el fuego,
y el intento de un poema
que sólo arda en la belleza.
Bibliografía:
SORBILLE, David Antonio; El Juicio Final, Enigma Editores, 2018.