El Ministerio de Salud informó que con disminuir 3 gramos el consumo diario de sodio se evitarían 6.000 muertes, 13.000 ACV y 14.000 infartos al año.
El control periódico de la presión arterial y la promoción de hábitos saludables son las principales herramientas para prevenir la hipertensión.
Bajo el lema “Presión arterial saludable, latidos saludables”, mañana se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión, uno de los principales factores de riesgo que en el mundo se cobra la vida de más de 9 millones de personas al año.
En la Argentina, el 34% de la población mayor de 18 años es hipertensa, una tendencia que se reitera a nivel mundial, donde una de cada tres personas tiene una presión arterial que supera el límite de 140/90. De ellos, el 48% no recibe el tratamiento contra la enfermedad, ya que el 33% desconoce su condición de hipertenso y el 15% que conoce su diagnóstico no sigue las indicaciones médicas.
“Si se reduce el consumo de sodio, se disminuye la ingesta de alcohol, se elimina el tabaco y se adquieren hábitos de vida saludable, baja notablemente el riesgo de contraer enfermedades cardio y cerebrovasculares y renales”, expresó la subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos de la cartera sanitaria nacional, Marina Kosacoff, quien aseguró que en el mundo “la hipertensión mata a más de 9 millones de personas al año y es responsable del 45% de los infartos y del 51% de los accidentes cerebrovasculares”. Además puede causar infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y ceguera.
Ante ello, la principal herramienta de prevención es el “control periódico de la presión arterial a cualquier edad”, afirmó la funcionaria y remarcó que es necesario “reducir el consumo de sal y estar atentos a cuestiones como el tabaquismo y el consumo de alcohol en exceso”. El sedentarismo es otro factor de riesgo que aumenta un 20% las posibilidades de sufrir hipertensión, sin embargo, “el 54,9% de la población argentina no realiza ningún tipo de actividad física”, detalló.
Según un estudio realizado por el Ministerio de Salud, en el país se estima que la ingesta promedio de sal es de 11,2 gramos por día, lo que representa más del doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, que es de 5 gramos. “Por cada gramo que logremos disminuir del consumo de sodio vamos a evitar 2.000 muertes al año”, indicó Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles.
Este dato se suma a los revelados en una proyección realizada por el organismo, el cual afirma que con sólo disminuir 3 gramos el consumo diario de sodio, se evitarían 13.000 casos de ACV y 14.000 infartos al año.
Comportamientos saludables
Elegir los alimentos con menos sodio en las etiquetas, evitar agregar sal a las comidas, consumir más frutas y verduras, hacer actividad física al menos 30 minutos diarios y evitar el consumo de tabaco y alcohol, son acciones clave para la prevención de la hipertensión y de otras enfermedades asociadas.
Al respecto, Laspiur recomendó “no agregar sal a las comidas mientras se las cocina y lo mejor es usar otros condimentos, ya que si se agrega sal durante la preparación es mucho mayor la cantidad que hay que ponerle a una comida para sentir el sabor”, y añadió que “es una cuestión de costumbre y de cultura que hay que cambiar: probar la comida una vez que está preparada y, en caso de considerarlo necesario, agregar la mínima cantidad posible de sal”.
“Apuntamos al esfuerzo intersectorial, apelando al apoyo de la industria, las organizaciones de la sociedad civil, académicas y científicas, porque si todos trabajamos en la prevención, podemos mejorar el gran impacto que tiene la hipertensión arterial en nuestra población,” destacó Kosacoff.
Desde 2011, la iniciativa “Menos Sal Más Vida” trabaja para bajar el consumo de sal y reducir la morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares, cerebrovaculares y renales, además de concientizar a la sociedad sobre la necesidad de disminuir su incorporación en las comidas. Junto al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, la cartera de Salud rubricó un convenio marco con la Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios), cámaras alimentarias y empresas con el objetivo de reducir el contenido de sodio en los grupos de alimentos procesados prioritarios.
También se han desarrollado acciones en las panaderías artesanales para que produzcan pan con menos sal y sin sal -en base a la medida recomendada-, experiencia que permitió la reducción de un 25% de sal en el pan elaborado en más de 6.000 panaderías del país, en coordinación con la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (Faipa) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).