Jue 25.sep.2025 12:53 hs.

Buenos Aires
T: 15.5°C  H: 49%

poemas-de-jujuy-a-tierra-del-fuego  | 

Poemas de Patricia Díaz Bialet (Buenos Aires)

25.09.2025 11:25 |  Noticias DiaxDia  | 

 EN NUESTRA OTRA EDAD
Porque estamos en la calle,
de la sensación,
lejos del sol, que quema de amor.

"Seminare"
Serú Girán

una canción se desmorona como un ancla de plumas memorables
en nuestra otra edad

es una brújula contundente y precisa
derriba el verso certero con su doble melodía de peligro

nos increpa si no la recordamos
se ciñe con su nutrida letra
en nuestra otra edad

si fallamos
si adulteramos la tonalidad
la canción nos atraviesa dulcemente
nos pulveriza la soberbia de creer que todo lo demás está olvidado
se fija en su escudo inalterable

por eso
cuidado con la música
ella suele ser estoica
no se amedrenta frente a nuestro ímpetu irrisorio
es una cuerda amarrada por siempre
en nuestra otra edad



Recital de Serú Girán
picadero de La Rural
Av. Sarmiento 2704, Buenos Aires, 30 de diciembre de 1980

SUS HOMBROS ESCASOS
quisiera quedarme
quedarme
eso es
como un turista abandonado
hacia adentro de la media infancia

Edgar Bayley

Well, you can tell by the way I use my walk
I'm a woman's man, no time to talk

“Stayin' Alive”
Bee Gees

desasida
casi volcán o ceniza etérea
trepando sobre la música disco
protegida por la cámara de un fotógrafo insomne
Patricia danza en su lente de plata


el local bailable es un fermento semanal para los veraneantes
pero Patricia se escabulle entre los plásticos destellos
y cabalga sobre un imán incandescente

sus antebrazos se confunden con trompos infinitos
tal es la vibración de la marcha de sus diecisiete años

ella se columpia solitariamente
fagocita la tristeza que siempre la rodea
insiste en el tendón preciso
y se eleva en sus plataformas consortes


en el año 2023
Patricia regresa a esa fotografía en blanco y negro
con sus babuchas de florcitas celestes
y sus hombros escasos

ahora sabe que la vida es un reflejo de otra belleza
una substancia inasible que se cuela en los papeles
en las cintas
en la constante evocación de tiempos pretéritos


los años 1980 y 2023 son un mismo lobezno en reposo
pero las células del cuerpo de Patricia no son las mismas


en ella
una ínsula florece y se marchita cada alborada


lo que transcurre en Patricia
se desplaza hacia adentro
como fuerza concéntrica
se acumula vertical en su memoria
suministra la joya de su existencia simultánea


Patricia restituye su pertinaz biografía
colabora con la teoría del eterno retorno
es capaz de huir hacia atrás hasta hendir la apariencia prematura

pero hoy se le antoja solamente regresar a esa fotografía en blanco y
/ negro
con sus babuchas de florcitas celestes
y sus hombros escasos

fotografía de Patricia Díaz Bialet en la discoteca “Stress”
Pinamar, Provincia de Buenos Aires, enero de 1980

EN ESTOS TIEMPOS DE SANGRE QUE CORREN (I)
Alto en la torre nació mi voz
Se hizo viento y flotó con la tuya
Se fundió con el atardecer

“Alto En La Torre”
Sui Generis


la oscura respiración del sobreviviente pesa,
pesa más que las trizas del día.

Alfredo Luna

estar allí
despojada de la palabra
perinola intrépida que no sospecha la magnitud descomunal

estar allí
aplaudir a rabiar
sobre mi joya diminuta en la grada de cemento


soy una metrópoli altiva cuando los escucho
desafío a quien se me interponga


estar allí
ínsula que se eleva o se desplaza
como mejor me venga en gana
madero que flota en la música perpendicular al escenario


los vivientes
los que subsistimos sin saberlo
los impresos en el tiempo
los niños que se aumentarán en Malvinas
nos deleitamos con los ejecutantes


emitimos barro misericordioso
diseñamos seducciones ligeras
porque no conviene aliarse a nadie
en estos tiempos de sangre que corren


estar allí
ser fracción de la historia
no flamear como blancos insulsos

rebelarnos a medias
amarnos consecutivamente


todo vale en estos tiempos de sangre que corren










recital “Festival del Amor”, de Charly García y músicos invitados
Luna Park
Av. Eduardo Madero y Lavalle, Buenos Aires, 11 de noviembre de 1977


LOS PRIMEROS VINILOS
Sweet dreams 'til sunbeams find you
Sweet dreams that leave all worries behind you

“Dream A Little Dream Of Me”
Andre - Schwandt -Kahn

quisiera hablar de mí
sin olvidar a nadie

Rodolfo Alonso

Patricia camina con su madre hasta la casa de electrodomésticos
el negocio queda en la esquina de su departamento de la calle Salguero
es su cumpleaños número quince
no habrá festejo grandilocuente
Patricia y su madre compran un combinado Ken Brown
el mejor regalo


en uno de sus primeros vinilos
Patricia escucha y canta por siempre “Dream A Little Dream Of Me” *


es huraña la vida
se nos restringe el talento
no las ilusiones


Patricia y su medalla de escolta no alcanzan a ganar la recompensa
la cantante-diosa la consuela cuando enuncia
Sweet dreams 'til sunbeams find you

entonces Patricia flota bajo el cielo raso
es un tronquito a la deriva del gran cauce inalcanzable
en el inmenso lecho íntimo de su tocadiscos reluciente


ahora el dueto suena a borbotones
a guirnaldas encendidas
y Patricia purifica su oído

se hace más sabia
y desconfía de las promesas de sus profesores de canto


los dos intérpretes vuelan en su espuma inalcanzable
se entrelazan sus plumajes de cóndor
se besan en el aire













LP “Cheek to Cheek”, Ella Fitzgerald y Louis Armstrong

Casa de electrodomésticos “Scioli”
Av. Sta. Fe y Salguero, Buenos Aires, 7 de abril de 1977


*“Dream A Little Dream Of Me”
Andre – Schwandt – Kahn
Intérpretes: Ella Fitzgerald y Louis Armstrong



UNA QUILLA DE ORO
Quien entra por azar a la casa de un poeta
No sabe que los muebles se apoderan de él
Que cada nudo de la madera encierra
Más gritos de pájaros que el corazón del bosque
René Guy Cadou

Tan dulce está tu boca
Tan dulce como un blues amargo
“Tan Solo” / Los Piojos

Ayer pasaste por acá como un grandioso camello
Y jadeaste sobre mi espalda
Tu piel anidaba un abismo impasible
Un cierto escozor de hostia

Pero qué belleza tu cuerpo justo detrás del mío
Tu aureola de gafas inocentes

Qué belleza tu ropa umbría como un temblor profundo
Tu descuido de mi lengua temeraria

Una barcaza zarpaba de tu aliento
Una vehemencia de potrillo
Cierto cordón que nos unía a la lluvia

Yo te aproximaba lo vertiginoso en mí
Que es absolutamente todo
Y las amarras gigantes que me nutren cuando estoy tan cerca de vos
Mientras hojeábamos los volúmenes y los gemidos
Los deseos y los índices
Las carillas y tu víscera de hielo
Pero qué belleza tu cuerpo justo detrás del mío
Tu mano sobre mi biblioteca como una quilla de oro

un departamento en la calle Posadas y Rodríguez Peña
31 de enero de 2001

LA SALA VACÍA
a José María “Minuto” Urquiza
(i.m.)

No se debería abandonar una casa:
se llena de fantasmas.
Los que estaban y no se dejaban ver,
los que llegaron luego,
los que se aprestan para vivir.
Rafael Felipe Oteriño
Minuto Urquiza me regala una estampita de San José
Que trae en el frente una espiga de trigo
Todavía no sé leer

Estamos en la sala del departamento de Luis María Campos
Todo es incertidumbre allí
En poco tiempo habremos de irnos repentinamente
Y los objetos quedarán sólo en mi añoranza

Minuto es amable
Cuán inmenso es un pequeño gesto
Lo entenderé mucho más adelante
Cuando discierna la hecatombe

Finjo ser feliz incluso de niña
Cuando con mis hermanos jugamos a arrojarnos sobre el cochón
Como si estuviéramos en un trampolín

Minuto desea lo mejor para mí
Pero nada evitará la tragedia
Lo familiar se oscurece y no abriga
San José vigila desde su lámina y su cosecha

Antes de la estrepitosa mudanza
Mi madre y yo rezamos un Padre Nuestro tomadas de la mano
En la sala vacía
un departamento en la Av. Luis María Campos y Virrey Loreto, Buenos Aires, 1968
LA DAGA
Ese tambor de sangre es tu país

Francisco Madariaga



el hombre esconde sus alpargatas raídas
estamos en el asiento trasero de un colectivo
uno al lado del otro

el hombre desliza imperceptiblemente
sus pies humillados

me impregna de su pobreza
no es éste el momento de llorar
eso vendrá más luego

yo me dirijo al club y a su fastuoso estanque
y tengo zapatos de raso rojo
el hombre en su nicho de vergüenza se incrusta en mi memoria


él será la daga permanente






un colectivo
Autopista Panamericana, Provincia de Buenos Aires, 1989

MIENTRAS SEA CAPAZ DE LA MÚSICA
Laetitia je ne savais pas
Que tu étais tout pour moi
“Laetitia” / Francois De Roubaix


una chica se arrodilla frente a su colección de discos de larga duración
desgrana los misterios del idioma que no le es grato
su letra diminuta se aferra a la libreta de hojas celestes

no tiene que esperar a que le den instrucciones
ella conoce los deletreos y las repeticiones
su lápiz tiene escamas de sirena y grifo acuático

sobre las hojas desparramadas en el parquet del living comedor
la chica genuflexa frente al Winco no pretende huir de su cuota de catástrofe

en vez
ella solamente extrema la grafía
los vinilos
las baladas absolutas

tiene suerte de ala en la tormenta
y eso no la desespera

todo lo que pueda transcribir será su salvavidas
lo que registre
lo que componga
el cavar al fondo de la astucia

la chica genuflexa frente a la silueta de la música
que habrá de asirla por siempre
el simple “Los Aventureros” (E.M.I., 1968)
el living comedor de un departamento
Salguero y Av. Sta. Fe, Buenos Aires, 1974

LAS GEMAS DEL VERANO
A Laura y Ángel

La nostalgia llovizna desde un cielo vacío.

Carlos Mastronardi

Ángel nos transporta en su carroza frutal
a nosotras
las preciosas estivales

nos desliza por la calle principal con precisión de masajista
en su Dodge 1500
mientras escrutamos las facciones de los exiguos aspirantes
en sus bicicletas montadas a pelo

los hombrecitos van y vienen pero siempre son inalcanzables


Ángel facilita los encuentros
las señoritas dentro del automóvil con risas de pólvora
llevamos brasas en las manos
camperas quisquillosas nos escoltan
y el cabello deslumbrante es nuestro mayor tesoro

yo escondo versos en el puño
para cuando sea menos incipiente
y los recuerdos resulten un amparo perdurable

Ángel tira de los cuatro caballos de su carro-durazno
y Laura sonríe sin ser vista
las gemas del verano somos paseadas en la brisa nocturna
una y otra vez
las mil vueltas necesarias para ver a los chicos de pulóveres al hombro
no vaya a ser que una se entusiasme con el equivocado
antes de probar todas las opciones


la adolescencia es voraz
en el paseo a lo largo de la avenida
dentro del carruaje-naranja
con los padres guiando los galanteos
y la multitud afuera de los parabrisas
de los chasis
de las ventanillas delanteras aturdidas
en direcciones opuestas
abarrotando la nochecita de enero


yo escondo versos en el puño
para cuando sea menos incipiente
y los recuerdos resulten un amparo perdurable












un automóvil Dodge 1500 anaranjado
Av. 9 de Julio, Miramar, Provincia de Buenos Aires, enero de 1975


EL ESPACIO BENDITO
a Eduardo Gilio y Verónica Vélez

Allí donde otros exponen su obra yo sólo pretendo mostrar mi espíritu.
Vivir no es otra cosa que arder en preguntas.
No concibo la obra al margen de la vida.

Antonin Artaud


Lo llamo Teatro Sagrado para abreviar, pero podría llamarse Teatro De Lo Invisible-Hecho-Visible: la noción de que el escenario es un lugar donde puede aparecer lo invisible se ha apoderado de nuestros pensamientos.
Peter Brook
El Espacio Vacío


el terreno donde se ubica el espacio teatral es sagrado
la cena es sacrosanta
los anfitriones son beatos


el zorzal que vigila desde su baja rama en la tarde es inmaculado
la fumata blanquecina del chofer también es venerable


retozamos como liebres tibias en la Casa de los Artistas
nos tratan con benevolencia y cariño
todo lo que tocamos tiene el sello de lo bienaventurado


nos sentamos bajo un álamo los cinco comensales

hablamos de la infancia
de la revolución
de los suicidios
de los vaivenes de la cultura pueblerina

los anfitriones
sus afiches
sus tableros de magia
todo nos resulta virtuoso


las peripecias
los viajes iniciáticos
el espumante de la bienvenida
los poemas
el vino en la boca de los orfebres


donde antes hubo nada ahora hay La Casa de los Artistas
de allí parten universos contiguos
palabras sublimes
máscaras y luces vigorosas
vestuarios que rezan murmullos imprescindibles
majestades de músculos rotundos


el que construye un teatro renueva la existencia
y se funde con el viento ultramarino
propaga la escena infinita que atraviesa el alma de por vida






una cena en La Casa de los Artistas
comensales: Verónica Vélez. Eduardo Gilio, Patricia Díaz Bialet, Juano Villafañe, Lola
Avenida 5 esquina Paseo 127 BIS, Villa Gesell, Provincia de Buenos Aires
8 de enero de 2018


Patricia Díaz Bialet

Poemas del libro “Mientras sea capaz de la música”
(En Danza, 2025)

síganos en Facebook