“En la vida hay que elegir” plantea el eslogan de campaña del Frente para la Victoria. Y así la Presidenta de los kirchneristas vuelve a insistir con la división de la sociedad, de un lado ellos (los buenos) y del otro nosotros (los malos).
Ellos que eligieron la patria y nosotros que elegimos la antipatria. Es la dura y pura lógica binaria del relato instaurado a partir de 2003. La imposición ideológica que sólo atrae la atención de una minoría vampira que chupa la sangre del Estado. Porque la mayoría de los ciudadanos quiere cambiar. Tan simple y complejo como eso. Pero el kirchnerismo hace política con categorías del siglo pasado. Le atrasa el reloj. Se aprovecha de una situación ventajosa y ha sabido construir un relato fantasioso, carente de encarnadura en la cotidianidad. Como si determinara el precio de la soja y los beneficios que obtuvo por los aportes del campo no fueran reales. Digámoslo sin eufemismos: todo lo que hizo el kirchnerismo (y todo lo que se robó) ha sido por obra y gracia de los ingresos provenientes de la producción agropecuaria: 75.000 millones de dólares en diez años. El resto se dio por añadidura. Sin esos ingresos, nada habría sido posible y con esos ingresos –y sin corrupción- cualquiera podría gobernar muchísimo mejor.
Para salir de la lógica binaria tenemos que seguir trabajando desde el PRO con amor a la libertad, cumpliendo con la Constitución y las leyes. Es lo que nos ha dado una identidad ciudadana concreta y nos permitirá seguir creciendo. Con los valores republicanos en alto que, puestos en acto, van a solidificar la democracia y la institucionalidad. Con la mirada amplia y completa sobre la realidad. Nada nos debe distraer. El futuro se hace a partir del respeto a las cosas como son. No perdamos tiempo con las minorías ideologizadas, no aceptan la realidad. Están formateadas por el Indec de Guillermo Moreno y compañía. Apostemos al vecino que nos acompaña en cada elección y valora nuestras obras. La Ciudad está más linda. El liderazgo moderno de Mauricio Macri nos convoca y nos llena de esperanza. Vamos hacia la diversidad, el diálogo y la participación directa del ciudadano común.
Los kirchneristas nos atacan porque somos otra cosa. Distinta a la militancia del Estado, al partido del Estado. La palabra militancia ha sido vaciada por ellos. Nosotros que reivindicamos la política porque sin política nunca vamos a tener el país que soñamos, sentimos un profundo dolor cuando los kirchneristas confunden objetivos partidarios con objetivos nacionales, arrogándose un papel totalitario. La patria es una integración, se hizo sumando aportes culturales diversos hasta configurar un pueblo nuevo. La Argentina (y Latinoamérica) es un pueblo nuevo cargado de futuro, que se hizo con capital y trabajo. Un futuro que nos demanda la militancia del progreso. Seamos militantes del progreso, concibiéndolo a éste como un ideal y no como una ideología o una ley física. Ninguna ideología respeta la libertad porque busca la sumisión. La ideología esclaviza, necesita súbditos, o militantes K.
Por eso los K salen con el eslogan “en la vida hay que elegir”. Para dividirnos más, así ellos pretenden sacar una tajada superior a la que ya disfrutan. Y amenazan a los sectores subsidiados diciéndoles que los planes sociales no son eternos, como si la sociedad no dispusiera de canales de comunicación de información alternativos ¡en la era de la Internet! Están terminados. Les pasó por encima el futuro de tanto vivir con los ojos en la nuca. El 11 de agosto vamos a dar otro paso hacia delante. Sabemos que el camino hacia la consecución de los objetivos republicanos encarnados por el PRO y sus aliados contará con el respaldo de las urnas. Se palpa en la calle. En cada barrio, en cada rincón de una Ciudad diversa y plural, que está mejor y avanza. Las obras se ven. Son realizaciones concretas: el Metrobús, los arreglos de plazas, parques, calles y veredas, las bicisendas, la creación de la Policía Metropolitana, los emprendimientos culturales, la construcción de puentes y túneles, la acción social sostenida, la jerarquización del Sur, los créditos para la vivienda del Banco Ciudad, etcétera. Y sobre todas la cosas, la transparencia en el manejo de los recursos presupuestarios.
Sentimos una gran alegría cuando recibimos el apoyo de la gente que nos dice basta de dientes apretados. De peleas ficticias. De gritos por cadena nacional. Pueblo somos todos. Los enemigos del país son las mentes perversas que dividen y enfrentan al hermano con el hermano. Vayamos a votar en las PASO con el corazón abierto a las novedades y al progreso. Los mejores días que vamos a vivir asoman como el sol en primavera.
El PRO nos enamora.Dale PRO, con Gabriela, el Colo y Sergio.Dale PRO, con Mauricio Macri Presidente de todos los Argentinos.
LA SOLANO LIMA