El ministro de Salud recibió en su despacho al equipo médico del Hospital Garrahan que días atrás colocó un corazón artificial intratorácico a un adolescente bonaerense, quien ahora puede esperar el trasplante en su casa. Manzur reconoció a los cirujanos por su excelencia y capacidad de respuesta".
El dispositivo colocado al paciente es el primero que se realiza a un paciente pediátrico de América Latina, a través de una práctica instrumentada en pocos centros de salud del mundo.
Los médicos Horacio Vogelfan y Gerardo Naiman, respectivamente jefe y subjefe del Servicio de Trasplante Cardíaco y Cirugía Vascular Periférica, fueron recibidos por el ministro de Salud, Juan Manzur, quien destacó su “excelencia y capacidad de respuesta”, la que atribuyó “no sólo a los recursos tecnológicos sino fundamentalmente al recurso humano” de que dispone el establecimiento.
También participaron de la audiencia el titular de la cartera sanitaria bonaerense, Alejandro Collia; el viceministro de la Nación, Máximo Diosque; el presidente del Consejo de Administración del hospital, Marcelo Scopinaro; la consejera Cristina Giménez y Alejandra Villa, jefa del Servicio de Cardiología.
“Tuvieron la deferencia de venir a visitarme para contarme lo que están haciendo”, expresó Manzur al término de la reunión, en la que los cirujanos expusieron detalles de la operación practicada, y subrayó que “es un equipo altamente calificado de excelencia en Argentina y en el mundo, con una experiencia muy importante, y lo tenemos acá en este gran hospital público que es el Garrahan”.
Vogelfang calificó al encuentro de “afectuoso y productivo” y destacó la “ocasión para sintetizar todo el trabajo que se viene haciendo desde hace muchos años con todo un equipo extraordinario de colaboradores que dan ganas de seguir haciendo”. “El servicio de trasplante infantil del hospital es único en el país”, añadió.
El cirujano resaltó que “sólo seis lugares en el mundo realizan esta práctica, y esto es posible gracias a la articulación de muchos actores que posibilitan estas intervenciones”, tras remarcar que el aparato fue provisto por el Centro Único de Ablación e Implante de la provincia de Buenos Aires (Cucaiba).
Manzur indicó que “con este hecho se cumple una premisa que data de los años ‘40, una idea de del primer ministro de Salud de la Nación, Ramón Carrillo, en relación a que los avances de la ciencia no sirven de nada sino están al alcance de todos”.
“En nombre de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quise transmitirles el orgullo de todos los argentinos por este logro”, confesó el funcionario, quien además destacó la articulación del establecimiento con las provincias y, en especial, con la de Tucumán, y detalló que “siempre hemos articulado esfuerzos y coordinado acciones, además de las interconsultas permanentes entre el Hospital de Niños de la provincia y otros establecimientos con el Garrahan”.
A su vez, Collia enfatizó que “el Garrahan hace culto al concepto de salud como bien social”, y agregó que “hay un Estado presente, que trabaja en todos los ámbitos para alcanzar los mejores resultados y llevar salud a su gente”.
Sobre el dispositivo colocado al paciente, Vogelfang explicó que “se trata de un sistema de asistencia ventricular de flujo continuo que hace circular la sangre reemplazando la parte enferma del corazón”. El pequeño artefacto se coloca dentro del tórax y el corazón, y de allí emergen unos cables que se conectan a baterías eléctricas que el paciente porta en una riñonera.
Uno de los principales beneficios de este procedimiento es que permite la atención ambulatoria del paciente, quien puede transitar el periodo de espera del trasplante fuera del hospital, con una mejor calidad de vida.
"Hay chicos que han llegado a estar dos años conectados a un corazón artificial como el Berlin Heart –otro de los equipos disponibles para estos tratamientos– y aunque el hospital hace un esfuerzo enorme por dotar a los niños de una infancia normal, brindándoles sala de juegos, gimnasio y hasta permitiendo cierta escolaridad, la internación era inevitable", señaló.
El presidente del Consejo de Administración del nosocomio resaltó que “llegar a las provincias es una tarea central e insustituible para lograr que todos los niños del país tengan las mismas posibilidades de tratamiento”, y aseveró que “esta es una filosofía que se basa en el compromiso social de poner la excelencia técnica del hospital al alcance de todos”.
Scopinaro detalló, entonces, que para alcanzar ese objetivo “el Garrahan desarrolló un sistema de relación permanente con las provincias, con la creación de nodos que integran la red de comunicación a distancia del hospital y que agrupa a 150 oficinas en todo el país”.