Estas afecciones cerebrovasculares abarcan al 5 por ciento de las causales de muertes en la Provincia, detrás de las cardiovasculares, los tumores y las enfermedades infecciosas.
Si se comparan las tasas que aporta la Dirección de Información Sistematizada del ministerio de Salud provincial, se comprueba, no obstante, un leve descenso. En 2001 morían por males cerebrovasculares 62,5 personas por cada 100 mil habitantes. En 2011, en cambio, murieron 43,27 cada 100 mil
“El tabaco, el colesterol y otras sustancias tóxicas que resultan del sedentarimo, sumadas a una alimentación con exceso de sal, van colmando las arterias de una placa que las va a obstruir y, en muchos casos, va a provocar un ACV”, explicó el director provincial de Atención Primaria de la Salud, Luis Crovetto. Y agregó que estas obstrucciones o roturas arteriales desencadenan la muerte de los tejidos, porque no les llega la sangre que es, en definitiva, la proveedora de oxígeno.
Qué se puede hacer
En la mayoría de los casos, sí se pueden tomar medidas preventivas contra el ACV: en primer término, dejar el cigarrillo, fuente de nicotina y alquitrán, un verdadero veneno que va minando las paredes arteriales.
“Hoy tenemos una ley provincial que contempla espacios públicos cien por ciento libres de humo, porque esto reduce el consumo de tabaco en un 30 por ciento”, dijo el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia. Y agregó que “en el país cada año mueren 46.000 personas por su condición de fumadores, muchos de ellos víctimas de ACV”.
Por eso, recomendó a los fumadores buscar ayuda y concurrir a los más de 80 centros de cesación tabáquica gratuitos que funcionan en establecimientos provinciales.
La actividad física, en tanto, es la mejor herramienta para “destapar” arterias. “Cuando uno se mueve con regularidad por un tiempo prolongado, ya sea en caminatas, clases de gimnasia, natación o cualquier otro deporte, “el organismo produce una sustancia, la fibrinolisina, una suerte de “detergente” biológico que limpia las arterias obstruidas”, dijo Diego Torino, director de Patologías Prevalentes del ministerio de Salud provincial.
Por otra parte, agregó que la diabetes sin control también es motivo de envejecimiento prematuro de las arterias. Por lo tanto, las personas diabéticas deben concurrir a los controles médicos, hacer ejercicios todos los días y procurarse una dieta saludable.