Así lo manifestó tras la reunión del plenario de las comisiones de Planeamiento Urbano y Presupuesto de la Legislatura realizada en el salón Montevideo para debatir la iniciativa conocida como "Plan Maestro para la Comuna 8", la que, en rigor, fue presentada el año pasado pero que no llegó al recinto.
Convencida de la imperiosa necesidad de un amplio debate con los vecinos de la zona, tal como lo platearon sus colegas Fabio Basteiro y Pablo Bergel, la legisladora consideró que “evidentemente la principal motivación del proyecto la constituye la movilización de suelo urbano público, que erróneamente se considera como 'vacante' cuando hoy cumple una función reguladora ambiental urbana específica, con el fin de generar grandes plusvalías para los desarrolladores que cuenten con mayor capital para invertir”, y agregó que “todo ello se hace realizando enormes transferencias de activos y de capital desde el sector público al privado, especialmente a los sectores más acomodados de este último, sin tener en cuenta que la Comuna 8 es una de las que peores condiciones sociales presenta, y por ende mucha de esa inversión debería estar dirigida a los sectores más desfavorecidos con el fin de mejorar sus condiciones de vida”.
De acuerdo con lo expuesto por la Dra. María América González, el proyecto poco hace por mejorar efectivamente las condiciones socioeconómicas, ambientales y de integración y desarrollo social de vastos sectores de la población de esta Comuna, pero sí focaliza en la generación de importantes oportunidades de negocios para el capital concentrado que actúa fuera de este ámbito territorial.
“Dentro de la Evaluación de Impacto que debería haber acompañado a este proyecto se debían señalar los aspectos positivos como negativos que estas operaciones generarían, en particular para los sectores señalados, así como proponer las medidas de mitigación para que la aplicación de las premisas del plan no termine siendo un nuevo caso de expulsión de pobres de la Ciudad ”, acotó la legisladora de Buenos Aires para Todos.
Finalmente, señaló la Dra. María América González, “una vez más los vecinos comunes siguen siendo los convidados de piedra en la definición de las pautas que van a marcar el resto de su vida, aplicándose mecanismos de participación que sólo cumplen las formalidades pero que no permiten se definan desde abajo cuales son los reales problemas y necesidades a resolver, convocándoselos solamente para validar decisiones que se han tomado de espaldas a la población y de cara a los dueños del capital”.