El diputado porteño Rafael Gentili, quien encabeza la lista de Legisladores de Izquierda Democrática (I+D), presentó un proyecto de Ley de recuperación histórica de la Ciudad Deportiva de la Boca, cuyos terrenos actualmente pertenecen al Grupo IRSA, y sugirió construir una escuela deportiva y un centro de alto rendimiento.
“La normativa vigente prevé una Ciudad Deportiva en los terrenos comprados por IRSA, pero sin embargo, el actual propietario hace 16 años que tiene, sin uso ni edificación, uno de los predios más grandes de la ciudad de Buenos Aires, perjudicando a la ciudadanía y al pueblo boquense que fue estafado en su fervor”, afirmó
“Los hinchas de Boca pagaron, los dirigentes no cumplieron y un buen proyecto quedó trunco. Por eso, y en sintonía con el sentir popular que no se apaga con los negocios ni con las especulaciones inmobiliarias, e inspirándonos en el antecedente por el cual el Club San Lorenzo recupera el predio del Viejo Gasómetro, proponemos una operatoria similar de expropiación con fideicomiso gerenciado por el club, que pague el valor del terreno y se comprometa en la obra de una ciudad deportiva con un nuevo Estadio”, expresó Gentili, quien también destacó que esta obra “es necesaria en vistas a los juegos Olímpicos de la Juventud que la Ciudad afrontará en el 2018. Además, podría construirse una escuela deportiva, un centro de alto rendimiento y una zona de esparcimiento o pulmón verde de uso público de la Ciudad".
Gentili explicó que Boca Juniors poseía un terreno para entrenamientos llamado La Candela, en la localidad de San Justo que en 1964, a través de una Ley del Congreso Nacional, le fue cedido al club para que rellenara, a su costo, un total de 40 hectáreas de islas. En dichos terrenos debía construir un estadio mencionado y varias instalaciones deportivas en un plazo inferior a diez años. Durante la presidencia de Alberto J. Armando en Boca Juniors, se rellenaron algunas islas, pero el estadio no se construyó y la Ciudad Deportiva pasó a ser casi exclusivamente un parque de diversiones del club que fue totalmente descuidado en las décadas del 70 y el 80. En 1979, Cacciatore liberó al club la construcción del estadio y le extendió el plazo para la conclusión de las obras y, tres años después, le dio al club posesión legal de los terrenos con la explícita prohibición de su venta.
Durante la presidencia de Menem, el Congreso Nacional habilitó que las tierras se usaran con fines comerciales y se autorizó su venta, por eso en 1992, la sociedad Santa María del Plata compró las tierras por un valor cercano a los 50 millones de dólares y con el dinero Boca Juniors construyó otro complejo de Casa Amarilla. En el año 1997 el grupo IRSA compró los terrenos, realizando varias propuestas de modificación normativa que le diera una mayor renta urbana, sin ningún beneficio para el resto de la ciudadanía.