Director de “Un poco más”, un Taller de Comunicación social inclusiva para personas con discapacidad .Tienen el programa radial “Un poco más”, que se emite los viernes de 18 a 19 hs por AM 1230, radio Creativa. También crearon una Agencia informativa C.S.I., donde ellos producen la información.
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Como esas flores de invierno -Ensayo-
Me lo contaron y lo olvidé; lo ví y lo entendí, lo hice y lo aprendí. - Confucio - Filósofo Chino - 551 AC - 478 AC
26.05.2014 09:55 |
Director de “Un poco más” Raul Peloni |
Es intensa la floración en invierno en árboles, arbustos, trepadoras, suculentas, vivaces, anuales y bulbosas, y lo llamativo, para quienes somos ignotos, muchas de esas flores son integrantes de la familia de las camelias, magnolias, jazmines, margaritas, hortensias, claveles, geranios y pensamientos. Ellas, junto a otras menos famosas, se destacan en la naturaleza por su actitud persistente y conmovedora. Sin embargo las flores, según nosotros, adquieren importancia y presencia pública a partir de la primavera. Engañosamente los habitantes urbanos estamos convencidos que somos, precisamente nosotros, los creadores de su presencia y hasta su existencia. Y aunque nuestras intervenciones en la naturaleza no siempre les es favorable, ellas hacen su vida sin siquiera tenernos en cuenta, aunque es cierto que existen personas, grupos o sensibles admiradores que las observan, las cuidan y conviven con ellas. Lo que le ocurre a esas flores, por obra de la imaginación y la observación, me hizo pensar en como y de que manera el tratamiento de ciertos acontecimientos históricos contemporáneos los tratamos con la misma liviandad. Los hemos convertido en efemérides e ignorados, pese a su profunda incidencia actual y su huella indeleble, tanto en nuestro adn personal como en nuestro proceder colectivo.
El Autoritarismo Institucionalizado, imposición sistemática de la supremacía por la fuerza, tuvo en la discriminación, la prepotencia y la crueldad su principal accionar.
El culto al individualismo, práctica social que admitió cualquier medio existente, aún el más deleznable, para justificar el crecimiento social y económico, le abrió el camino al egoísmo salvaje y despiadado.
El cómplice silencio de gran parte de la sociedad en ocultar públicamente y sistemáticamente la verdad (respecto de los golpes Cívico-militares y Guerra de Malvinas) le abrió el camino a la manipulación descarada,absolutista e insolente.
La cultura especulativa, metodología basada en beneficiar "el negocio de oportunidad" sobre todo el financiero, no sólo perjudicó y desalentó la inversión a mediano y largo plazo, tanto productiva como social, sino que afectó seriamente la dignidad, la autovaloración, la movilidad social positiva y el valor cultural del trabajo. Estos acontecimientos como otros ni siquiera tienen en la sociedad un simple o mero recordatorio. Y lo mas grave es, que sus secuelas se confunden con cierta impericia permanente, que como sociedad tenemos, para tratar y dar soluciones definitivas a endémicos problemas. Las causas por las cuales somos intolerantes, discriminadores, violentos, injustos y hasta inclusive incumplidores de las prácticas ciudadanas relacionadas con la convivencia y el bien común, para un sector importante de la población, son inexistentes, y hacerlo es improcedente e inservible.
O acaso el desaliento, indiferencia y desprecio que como sociedad manifestamos continuamente hacia la actividad emprendedora y creativa no ha sido una forma de obstaculizar el crecimiento, personal y social del país?.
O nuestra evidente imposibilidad de trabajar en equipo, en Red o interdisciplinariamente, no es un impedimento para poder articular objetivos comunes?
O la vacilación permanente en aceptar la diversidad, el disenso y el arraigo no es un serio inconveniente que arrastramos desde hace décadas y desde hace varias generaciones?
Estos, como otros temas no los advertimos, no los planteamos y lo mas grave no los hablamos ni entre nosotros y mucho menos con las nuevas generaciones. Quizás haya detrás un deseo inconfesable: que ellos, como nosotros, caigan en la trampa siniestra que nos tendió la ignorancia, para constantemente quejarnos y nunca escuchar, reflexionar, aprender y por ende cambiar.
O será quizás que es mas fácil pensar que "las cosas que nos pasan son casuales, no que se hicieron mal" y así ocultar temerosamente, tanto a quienes las ejecutaron, como a quienes los respaldaron.
Tratar estos temas pendientes es una tarea ardua y difícil pero necesaria, porque serviría de clara enseñanza y ejemplo, aunque tardío, de sinceridad, valentía y reparación para las nuevas generaciones.
Yo nunca perderé la esperanza, después de todo; a esas flores de invierno, ni el engaño, ni la indiferencia, las hizo sucumbir. Siempre hubo y habrá alguien dispuesto a acercarse, a cuidarlas o simplemente reconocerles, el trascendente valor de su existencia.