Poemas de María Eugenia Fernández (Buenos Aires)
06.11.2017 20:52 | de ... Poemas |
Tu luz hecha relámpagos cocina
su artilugio dorado e infinito,
podrido de vapor,
tus cielos iluminan
los cálices pesados
No es tu desafío
lo que me hace perseguir
a un ser podrido y viejo
degenerado por las múltiples
esferas venenosas de las capas
que resguardan su aterido corazón,
mensajero trashumante,
de oscura melancolía,
que redefine las líneas de su expresión.
Su voz profunda y clara
Inunda el mediodía
donde parece que por fin,
su alter ego desapareció.
Menuda sombra deja tras su paso
aquel que pudo haber sido
pero no alcanzó.
ENFERVORIZADA
Mi voz perlada de desencanto
retumba en los recovecos de mi alma
perseguida sin mayor fin que
tu presencia, incluida en resquicios
de temor y muerte.
Salvedades a parte, la idolatría muere
y no puedo precisar mi propia insignificancia.
Luz de mi ser, oscuro y lejano,
arte de palomas ateridas,
sarcasmo que enrojece las mejillas,
clara cúpula del desconocimiento.
Poder mirar y no ser
poder alcanzar y no ver.
Con tus brotes reclinados en la espera
me desea el corazón una certeza:
es lubrica, azucena y jazmín:
no quiere volverse carmesí.
Quizás abarca el odio,
quizás, la premura la llama y la erotiza,
suplica es fervor, es avaricia,
clara consistencia del error.
Pecho esgrimido en sano amor
en tristes odios se trastoca,
pétalo feliz, flor luminosa,
claro desentierro de un nacimiento.
ALMA ERRANTE
Quisiera inmortalizar tu alma
putrefacta y distante,
llena de gorgojos y dentelladas,
ruin, impura y recalcitrante,
de donde vino el oscuro vinculo
quebrada.
Quisiera encontrar en ella
esa disociación tan descarada
que hiciste
con mi cuerpo
y luego reinventaste;
una tras otra, anestesiada.
Quisiera recordar dónde olvidaste,
el alma,
que pegada al cuerpo estaba,
y visualizar tu ancha armadura
para reconciliar viejas batallas.
Quisiera que tu peso sucumbiera
a mis latidos, confusos y atenuados,
ahora que soy
merecedora de tu olvido.
Quisiera que mi carne mancillada
esquivara uno a uno tus gemidos
para desprestigiarte como amante
y salvarme
de esta oscura noche sin latidos.
MARÍA EUGENIA FERNÁNDEZ . Nació en José C. Paz, provincia de Buenos Aires, el 21 de julio de 1985. Estudió Letras en la Universidad de Morón. Ganó el 1er premio en el concurso de poesía joven “Lilí Rena” llevado a cabo por la Universidad de General Sarmiento (2002) y la 3era mención en el Concurso Capitalino de Poesía y Cuento, perteneciente a la Editorial de los Cuatro Vientos (2005). Integró la antología Letras Argentinas 2005 (Editorial de Los Cuatro Vientos) y la Antología llevada a cabo por el Centro Cultural de las Artes (2002) donde consta su obra “Cuarto”. Expositora en las Primeras Jornadas de Literatura Popular (Universidad de Morón) con la ponencia de su autoría: “La muchacha dorada: sobre una casida de Federico García Lorca”. Expositora en la Jornada de Literaturas Comparadas (Universidad de Morón, 2009) con la ponencia: “La alteridad en la poesía de John Donne”. Formó parte del staff de Gato Blanco, revista literaria de publicación trimestral dirigida por Daniel Fara (2010-2011) donde se publicó su artículo: “El desdoblamiento del ser femenino en Wuthering Heights”. Actualmente reside en José C. Paz.
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