Luego de mi participación en el Parlamento del Mercosur, durante estos días, quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones:
A partir de la década del 80, profundizándose en los 90 y consolidándose entrado el siglo 21; se produjeron cambios fundamentales en la economía y en el desarrollo del comercio internacional que pueden considerarse estructurales, por su persistencia el tiempo.
El nuevo orden económico mundial:
La caída del muro de Berlín como símbolo del final de la guerra fría y la aparición de Dean XIAO PING en China con su política aperturista, pueden considerarse hitos históricos de una nueva visión del orden económico mundial y de un potente inductor de desarrollo. China, los países del Sud Este Asiático e India constituyen en la actualidad una inmensa oferta de bienes industriales de bajo precio y una creciente demanda de productos primarios basados en recursos energéticos, minerales, alimentos. Son a la vez una importante reserva de consumidores que generará una sostenida demanda en el tiempo; ellos representan más de la mitad de la población mundial, y una creciente incorporación de clase media al consumo estimada hoy en el 25% del consumo mundial pero que para el 2030 seráel 60%. Estos países han encontrado en América Latina y el Caribe y en África, socios estratégicos para abastecer sus necesidades porque representan el 30% de la superficie cultivable y de la reserva de agua dulce;el 31% de producción de biocombustibles y 13% petróleo; el 47% producción de Cobre; el 48 % de soja; el 31% carne y 23% leche.
Relaciones Regionales
El surgimiento de las economías asiáticas han estimulado un mayor proceso de globalización multipolar, que estará en los próximos años centrado en el Pacifico. La relación comercial Norte–Norte que en los90 representaba el 60% de las exportaciones mundiales, se espera que para el 2017 estén en el 30% cruzándose en ese punto con las exportaciones SUR-SUR que arrancaron en los 90 con una representación del 10%. Las exportaciones NORTE-SUR se mantendrán en una participación del 15% y la SUR-NORTE crecerán del 10% al 20%. Existe además de la dinámica comercial una irrupción de redes internacionales de producción que: vinculan grandes fábricasd e producción de AN, Asia y UE, hoy los bienes finales se fabrican en partes en varios países, es el caso por ejemplo del avión Embraer sus partes se industrializan en 6 países distintos. Esto hace que las relaciones de intercambio sean cada vez más complejas involucrando bines intermedios, servicios, financiamiento de inversión, información, hasta deben preverse flujos crecientes personas para satisfacer nuevas dinámicas laborales. Por lo que habrá que saber adecuarse a configurar la oferta de bienes y servicios para obtener ventajas competitivas.
MERCOSUR
EL MERCOSUR deberá adecuarse a estas nuevas oportunidades comerciales que no se agotan en el Atlántico Norte y en la reserva de mercado que constituyen los países miembros, sino que pasarán en los próximos años por el Pacifico y por el incremento de las relaciones con el sur. El MERCOSUR deberá sumarse al intercambio de productos primarios integrando procesos de industrialización desde la perspectiva de formación de redes productivas regionales complementarias; como son actualmente la automotriz o la vitivinícola. Deberá seleccionar actividades y una matriz productiva complementaria a las eventuales demandas, ya que no se puede ser bueno en todo. Tener un fortalecimiento en el sector energético, alimentos, con todas sus cadenas industriales asociadas, resultará estratégico. Esta agenda positiva regional tiene que basarse en reciprocidad, consistencia, consensos, transparencia y promoción comercial. Para ello, es menester que los países miembros entiendan que es necesario un Estado presente en la asignación de recursos en la economía, en el sistema de precios e incentivos, en la ayuda a la consolidación de sectores productivos. Esta mirada desarrollista -con fuerte intervención del Estado- dieron nacimiento a los países que han liderado en las últimas décadas las estadísticas de crecimiento y competitividad mundiales como Corea del Sur, Taiwan, Finlandia,Irlanda. Los denominadores comunes de esos casos exitosos podríamos resumirlos en una fuerte voluntad de cambio con una mirada a largo plazo; el rol del estado; la promoción condicionada a resultados, acuerdos sociales, inversión en educación e innovación y tecnología equitativa en la distribución del ingreso.
El Mercosur deberá estar a la altura de estas circunstancias y aceptar el desafío de integración real y efectiva si quiere mejorar la condición de vida de sus pueblos.