El ministro de Salud, Juan Manzur, hizo una fuerte apelación para evitar el uso de pirotecnia durante las fiestas. "Genera luces que duran segundos y provoca lesiones para toda la vida", advirtió. La cartera a su cargo procura minimizar al máximo posible las consecuencias de tan peligrosa práctica.
“La pirotecnia no divierte: lastima, mutila y genera discapacidad”, dijo el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, quien volvió a pedir que en estas fiestas “la familia argentina se abstenga de usar artefactos pirotécnicos que generan luces que duran segundos y pueden provocar lesiones para toda la vida".
“Los que hemos hecho guardia en los hospitales durante las fiestas hemos visto cómo un momento de felicidad y armonía esperado durante todo el año se arruina cuando una criatura se hiere”, dijo el funcionario, quien postuló “decirle no al uso de cohetes y fuegos artificiales ya que la pirotecnia segura no existe y la única manera de prevenir accidentes es no encenderla”.
Manzur explicó que, como en ocasiones anteriores, este año la cartera a su cargo mantiene la sugerencia de “pirotecnia cero” en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, ya que según estimaciones de los efectores públicos nacionales, un gran porcentaje de los heridos graves por la manipulación de pirotecnia son niños de entre 5 y 14 años.
“Pido a los adultos que reflexionen con serenidad para tomar la provechosa decisión de prescindir de la pirotecnia para despedir este 2013”, aseguró el titular de la cartera sanitaria, y remarcó la necesidad de no caer en concesiones como ‘tiremos un poquito pero con cuidado’, ‘veamos si es de buena calidad’ o "no pongamos la cañita en la botella de sidra’. Nuestra recomendación es nada pero nada de pirotecnia”, dijo el ministro.
Si bien en los últimos años viene registrándose un descenso en la cantidad de consultas e internaciones como consecuencia de accidentes provocados por la pirotecnia, el objetivo del Ministerio de Salud es desalentar su uso para minimizar al máximo posible la ocurrencia de este tipo de eventos.
La utilización de cohetes y fuegos artificiales –aún los que parecen más inofensivos–, puede ocasionar gravísimos daños, tales como quemaduras, problemas auditivos y lesiones oculares, que en muchos casos pueden ser irreversibles. Las zonas del cuerpo más afectadas en los accidentes por pirotecnia son las manos (40 por ciento), los ojos (20 por ciento) y la cabeza/cara (20 por ciento), de acuerdo a los datos recabados por el Programa de Salud Ocular y Prevención de la Ceguera de la cartera sanitaria.