| MINISTERIO DEL INTERIOR
Declaran bien histórico a la estación ferroviaria Neuquén
Por decreto publicado en el Boletín Oficial se declaró bien de interés histórico a la estación ferroviaria Neuquén, cuya construcción se realizó entre 1904 y 1907, que se convirtió en un espacio de concentración de la vida social y económica, constituyendo un espacio arquitectónico relevante.
17.04.2014 10:36 |
Noticias DiaxDia |
Por Decreto 512/2014 publicado en el Boletín Oficial, se declaró bien de Interés Histórico a la Estación Ferroviaria Neuquén, en el Partido de Confluencia, Provincia del Neuquén.
La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos realizará las gestiones y procedimientos establecidos en la Ley Nº 12.665, modificada por su similar Nº 24.252, en su reglamentación y en las normas complementarias, debiendo practicar las inscripciones correspondientes en los Registros Catastrales y de la Propiedad Inmueble.
El Decreto lleva la firma de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, del Jefe de Gabinete, Jorge M. Capitanich y del ministro del Interior y Transporte, Aníbal F. Randazzo.
En los considerandos explica que la Estación Neuquén constituye un espacio de alta significación local y provincial, a la vez que un enlace determinante a nivel regional en los años de apogeo del ferrocarril, con valores testimoniales e históricos destacables para los pobladores de esa localidad patagónica, vinculados al uso del tren como medio importante de transporte y comunicación.
Precisa que en el año 1899 llegó la punta de riel del Ferrocarril del Sud hasta el pasaje conocido como Limay, denominado luego Estación Limay, localizado en la actual ciudad de Cipoletti en la Provincia de Rio Negro; construyéndose posteriormente un puente ferroviario sobre el río Neuquén, que en el año 1902 llega a la Estación Neuquén.
Agrega que la fecha de inicio del proyecto de construcción de la estación data del año 1904, su construcción finalizó en el año 1907 y finalmente fue habilitada plenamente en el año 1911.
Por ese entonces –dice-, Neuquén era un caserío de unos 400 habitantes y que a partir del arribo del tren, la zona se valorizó y fue conformándose como un espacio estratégico de las comunicaciones en la región, tanto en el desarrollo económico como en la estructuración administrativa del territorio.
Este impacto e influencia del ferrocarril contribuyó a la decisión de las autoridades del Territorio Nacional de efectivizar el traslado de la capital desde la localidad de Chos Malal a la ciudad de Neuquén, que se funda como capital del Territorio Nacional el 12 de septiembre de 1904.
Expresa además que desde el mismo origen de la ciudad de Neuquén, la Estación Ferroviaria se transformó en el centro de aquel poblado, que originalmente sólo tenía 190 hectáreas.
La Estación y la colonia ferroviaria se fortalecieron como espacios de concentración de la vida social y económica de la ciudad y la posterior provincia, constituyendo durante muchos años el espacio arquitectónico más relevante de la ciudad.
Pone de relieve que, constructivamente, la estación se compone de volúmenes predominantes característicos de la arquitectura ferroviaria de referencia inglesa, de techos a dos aguas con cubierta de chapa galvanizada pintada de rojo, fachadas con mampostería de ladrillo a la vista, zócalos de piedra laja de color verde, ángulos de volúmenes, puertas y ventanas con imitación cantería, puertas y ventanas de madera con vidrios repartidos, alero de andén con columnas y cenefas de madera, cielorrasos interiores en machimbre, pisos de pinotea, pavimentos exteriores de alisado de cemento, y cercos de madera tradicionales de las estaciones ferroviarias.
Expresa que la estación mantiene auténticas las técnicas constructivas y los tratamientos de los materiales y la estructura se corresponde con el estilo que desarrollaron los ferrocarriles en nuestro país; no habiendo sufrido modificaciones preponderantemente. Que el valor histórico de la estación radica, fundamentalmente, en la significación económica y social que ha tenido en el origen y evolución de Neuquén y su región, y en el afianzamiento territorial propiciado por el Estado Nacional en esa región de la Patagonia.
Destaca que el conjunto edilicio tiene un alto valor identitario para los pobladores de Neuquén que estuvieron vinculados al uso histórico del tren como medio popular de transporte y comunicación.
La estación y su entorno –agrega- constituyen un punto de referencia ineludible en el tejido urbano y un espacio para la interacción social con la comunidad, por lo que juega un importante papel en el establecimiento de la identidad social y cultural tanto de la ciudad como del territorio originalmente nacional.
Menciona luego las ordenanzas y la ley provincial que declaran a la Estación Neuquén del Ferrocarril General Roca de Interés Público y Monumento Histórico Municipal.