congreso-nac-y--bs-as |
La Democracia mal entendida, las políticas de ajuste bien entendidas: Proyecto de ley antipiquetes. Por Jonatan Emanuel Baldiviezo
* Integrante del Colectivo por la Igualdad en el Partido Social y Coordinador de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAdeAA)
18.04.2014 10:36 |
Noticias DiaxDia |
"El kirchnerismo presentó un proyecto de ley en el Congreso con el objetode reglamentar las manifestaciones públicas, las protestas, los piquetes.El proyecto de ley precisamente se llama “Ley de Convivencia enManifestaciones Públicas”.Esto fue anunciado al principio de Marzo de este año por la Presidenta enel contexto de la ocupación de predios aledaños a la Villa 20 a la vez querecordaba que el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, fue procesado porhaber desalojado un corte en la Autopista Panamericana. Repitió latrillada frase de que “todo el mundo tiene derecho a protestar, pero no
cortando las calles impidiendo que la gente vaya a trabajar”. Sabemos quetoda reglamentación implica una limitación del derecho. ¡No todo derechoes absoluto! Esto es olvidado cuando se refiere a la propiedad privada y alas inversiones extranjeras.
Un gobierno que se autoproclama popular nuevamente utiliza su fuerzainstitucional para pretender legitimar la represión de las protestas.Desde hace tiempo el kirchnerismo viene preparando el terreno a través dela aprobación de la ley antiterrorista en los años 2007 y su reforma en elaño 2011 bajo la excusa de presiones de organismos internacionales. Estaúltima en el contexto de generalizadas protestas principalmenteambientales cuya última acción de resistencia abarca los piquetes eimpedir el inicio de las obras y actividades extractivas.
También una vasta experiencia advierte que el kirchnerismo no aceptacríticas ni cuestionamientos tanto en su interior como desde afuera. Perohasta los últimos meses el discurso frente a las protestas de los sectorespopulares y trabajadores había sido de tolerancia y no represión, salvolos primeros exabruptos por los años 2003 y 2004 de Aníbal Fernández(Ministro del Interior en aquéllas épocas) cuando acusaba a los piqueterosde no querer trabajar o que deben desaparecer. Difícil que un gobierno quenació como producto de las grandes protestas y manifestaciones del2001/2002 abiertamente tenga un discurso en contra de las protestas ypiquetes y se muestre ingrato a una de las causas de su surgimiento.
Incluso otorgó vía libre para que desde el Nuevo Ministerio de Seguridadcomandado por ese entonces la Ministra Nilda Garré y el Consejo deSeguridad Interior se elaboraran protocolos para avanzar en profundas
reformas en el campo de las políticas públicas relativas a la seguridad.Entre dichos protocolos se encuentra el referido a “Criterios Mínimossobre la Actuación de los Cuerpos Policiales y Fuerzas de Seguridad enManifestaciones Públicas” (2011). En este protocolo se establece que lasfuerzas de seguridad deben garantizar un adecuado control del tránsito afin de minimizar los inconvenientes sin hablar de liberar el tránsito niparcialmente. También dispone la prohibición de portar armas de fuero para
las fuerzas de seguridad, de no poseer municiones de poder letal y lautilización de pistolas lanza gases. Determina que las balas de goma sólopueden ser empleadas con fines defensivos pero en ningún caso paradispersar una manifestación.
Pero en los hechos, para no contrariar el discurso, empleó el mecanismo dela tercerización de la represión, la persecución judicial ocriminalización de la protesta y la utilización de las fuerzas policiales
provinciales, salvo en casos paradigmáticos en los que intervinieronfuerzas federales asesinando a manifestantes como en el desalojo delParque Indoamericano a fines del año 2010 o el desalojo que realizó SergioBerni en la Panamericana. Constantes fueron los confrontamientos entre elJefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Gobierno Nacionalporque éste último había adoptado la posición de no intervenir en lasmanifestaciones o cortes que se realizaban en la Ciudad dejando esetrabajo a la policía Metropolitana.
El Gobierno tiene plena conciencia que estos mecanismos de control socialya no son suficientes cuando se están implementando políticas de ajusteque llevan a l reminiscencia de las columnas del pensamiento neoliberal(devaluación, inflación, endeudamiento, aumento de las tarifas de losservicios públicos, límites a las paritarias, estímulo de la cultura delconsumo, etc.). Ha elegido sostener el sistema financiero, las inversionesextranjeras y el modelo extractivo frente a las necesidades del pueblo. Laadopción de estas medidas no será gratuita y el gobierno kirchneristanecesita herramientas que permitan contener, atemorizar y reprimir laindignación del pueblo que nuevamente sin consulta alguna está siendo
sometido a sacrificios. Ya no está en condiciones de sostener un relato yen los hechos actuar esquizofrénicamente. La ingente vitalidad democráticay las fuertes protestas han llevado a que el discurso sostenido todosestos años se desvanezca para poder hacer uso de la institucionalidad eintentar controlar y reprimir los sectores populares, a los trabajadores,a quienes defienden los bienes comunes.
En los últimos meses claramente la posición ha cambiado. El funcionarioencargado de establecer los horizontes de los nuevos rumbos fue elSecretario de Seguridad, Sergio Berni quien declaró la guerra a lospiquetes. El punto de inflexión fue el bloqueo por habitantes del BarrioCarlos Mugica (Ex villa 31-31bis) durante 9 días de la Autopista Illía enlos primeros días del mes de enero de este año donde el Estado Nacionaldecidió intervenir. Luego sucedió a fines de enero el intento de empleadostercerizados de Aerlíneas Argentinas y Austral de cortar la Av. Costanerafrente al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery. Sergio Berni encabezó unfuerte operativo policial y expresó estar “asqueado de que un grupo
minúsculo corte la calle”. En simultáneo acusaba a Macri de no adoptarmedidas para impedir los bloqueos de manteros desalojados de Balvanera.También los calificó de “agresión ciudadana” al referirse a las protestasrealizadas en la Av. Gral. Paz y la Autopista Panamericana que fuerondesalojadas con violencia.
Este proyecto de ley de Convivencia en Manifestaciones Públicas rescatalos argumentos antipiquetes por excelencia, el derecho a la librecirculación, la colisión de derechos. Posición reaccionaria que cierra los
ojos ante tantos otros derechos involucrados más allá de la libertad deexpresión o de circulación, como los derechos sociales, los ambientales,los políticos, la defensa de la dignidad como fuente de todo derechohumano. Como lo que se detesta es la defensa de estos derechos se losequipara a un derecho que no afecta a la gobernabilidad como la libertadde circulación y se posiciona más a defender éste derecho que aquellos queimplican modificar la dirección de las políticas y la distribución delingreso y el poder. Falsamente se soslaya que los contextos históricos yla constitución atribuyen mayor jerarquía a unos derechos frente a otros,y precisamente el de la circulación vehicular no está en los más altos
escalones.
El proyecto expresa criterios para catalogar de legítima o ilegítima unamanifestación. Las manifestaciones legítimas a) no impiden el normalfuncionamiento de servicios públicos; b) no impide totalmente lacirculación de personas y vehículos; c) permite la libre circulación degrupos especialmente vulnerables; d) los manifestantes no cometen delitos;e) es notificada con una antelación de 48 horas (lugar, tiempo, objeto ydelegado de la manifestación, para tener responsables a quienes presionar
o extorsionar) y f) iniciada la mediación obligatoria no puede durar másde dos horas, la manifestación podrá durar entonces alrededor de doshoras, de lo contrario tornará ilegítima. No es legítima si no se
participa de la mediación.
El derecho de protesta es uno de los ejes arquitectónicos de lademocracia, cualquier limitación por nuestra historia y los valoresconstitucionales se presume que tocan su núcleo mínimo que es muy amplio.Claramente esta reglamentación hace casi imposible que una manifestaciónsea considerada legítima y les quita todo vigor. Las manifestacionesilegítimas serán dispersadas por las fuerzas de seguridad. Se prohíbe eluso y la portación de armas de fuego. Las armas no letales no pueden ser
disparadas directamente hacia los manifestantes. Llamativamente no sehabla sobre la utilización de gases, químicos o camiones hidrantes,indudablemente estos serán los métodos de dispersión. Esto habilitarepresión inmediata más allá que no nos digan que no se están agravandolas penas y sancionando nuevos delitos. Estos ya fueron estipulados enaños previos.
Los buenos manifestantes gozarán del derecho a que el Estado garantice lavisibilidad de las reivindicaciones a través de la adecuada difusión enmedios públicos. Como un premio consuelo ante semejante restricción o,mejor dicho, mutilación de nuestro derecho a manifestarnos, el Estado
garantiza que algún medio público difunda el objeto del reclamo. Con doshoras de manifestación lograremos unos párrafos en algún medio digitaldel Estado cómo si este fuera el único objetivo de las manifestaciones.
Nuevamente el kirchnerismo se desatiende de la raíz del problema y de sucarácter de actor esencial y destinatario de los reclamos yreivindicaciones.
Estipula una mediación obligatoria entre los delegados individualizados enla notificación y personal civil del Ministerio de Seguridad. El “mediadorcivil” sólo negocia los términos del cese de la manifestación y lacanalización de los reclamos. Ni rastros de que los funcionariosdestinatarios de los reclamos tengan la obligación de inmediatamenteapersonarse y ser responsables de dar respuestas a los reclamos, esto
queda a su buena o mala voluntad. Todo este proceso constituye lo queentiende el kirchnerismo por “canales institucionales” y “diálogo entrelos funcionarios políticas y la ciudadanía”.
Como esta travesía es útil a todos los gobiernos se invita a lasprovincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a la ley.Macri sonriente y con un aire de “te lo dije” ha manifestado toda su
colaboración en el impulso y aplicación de este proyecto de ley.
Este proyecto de ley constituye un cercenamiento inaceptable en unademocracia de nuestro derecho a protestar y manifestarnos. Lss más grandesconquistas de derechos se han realizado por estos medios constituyendoelementos esenciales y principales en la vida democrática y no sólomerecedores de la llamada“tolerancia democrática”. Sin el velo muchosorganismos de DDHH empezaron a distanciarse del kirchnerismo. Un claroejemplo es el del Cels que inmediatamente se diferenció del Gobierno
Nacional en cuanto a este proyecto. La protesta ha sido reprimida todosestos años de una u otra forma, con violencia y muertes, con mecanismosque permitían al kirchnerismo irresponsabilizarse por estos hechos ymantenerlos impunes. Este proyecto constituye la otra cara de la moneda delas políticas no igualitarias y de ajuste que está llevando a cabo elkirchnerismo y, como tal, merece ser resistida.