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 | MINISTERIO DE SALUD

Por el Plan Nacional de Sangre, creció la cifra de donantes voluntarios

La implementación del Plan Nacional de Sangre, que organiza las colectas y el tratamiento de sus componentes, permitió en los últimos años reestructurar el sistema para promover la donación voluntaria y habitual, "mejorando el acceso de la población a una sangre más segura".

07.11.2014 07:00 |  Noticias DiaxDia  | 

Según informó el Ministerio de Salud, el Plan Nacional de Sangre se propone cambiar el modelo de donante ocasional o de reposición por el de donante altruista, voluntario y repetido, para garantizar la seguridad de la sangre. Con el programa, junto a una nueva infraestructura de bancos de sangre con capacidad de almacenamiento y distribución de los componentes de la sangre, cubriendo las necesidades, hacen al sistema sanitario más equitativo y eficiente.
Reflejo de ese cambio paulatino es el incremento de donantes voluntarios en el sector público, que pasó de 15.000 (3 por ciento) en 2004 a 200.000 (35 por ciento) en 2013. La meta es llegar a un millón de dadores voluntarios y habituales para el sector público y privado.
“Antes de la creación del Plan Nacional de Sangre en el año 2002, se registraban 330.000 donantes en el sector público de los cuales sólo el 3 por ciento era voluntario. Al finalizar 2013 llegamos a más de 670.000, con un 35 por ciento de voluntarios”, aseguró el subsecretario de Políticas, Regulación y Fiscalización del Ministerio de Salud, Andrés Leibovich, en vísperas del “Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre”, que se conmemora cada 9 de noviembre, en homenaje a la primera transfusión, técnica desarrollada hace cien años por el doctor Luis Agote.
“Si sumamos el sector público con el privado hemos superado el millón de donantes en cantidad. La meta es, más que llegar al millón en cantidad, llegar al 100 por ciento de voluntarios”, subrayó Leibovich durante un homenaje al Agote, celebrado ayer en la Academia Nacional de Medicina. Consideró que ése objetivo se logrará brindando “más información a la gente para que asuma que donar sangre es donar vida en vida”.
Contar con un mayor número de donantes voluntarios permite obtener componentes de la sangre más seguros, con menos descarte por infecciones y mayor disponibilidad para transfusiones.
“La reestructuración del sistema nacional de sangre implementada en la última década dio como resultado un sistema más eficiente, más seguro y menos costoso”, explicó la coordinadora del Plan Nacional de Sangre, Mabel Maschio.
Existen nuevos bancos de sangre en 20 de las 24 jurisdicciones de nuestro país, lo cual ha generado un importante ahorro en gastos operativos: si en 2004 se destinaban 500 millones de pesos al funcionamiento del sistema nacional de sangre, en 2013 esa cifra se redujo a 350 millones de pesos.
La reestructuración del sistema permitió reducir en 80 por ciento los bancos de sangre hospitalarios que pasaron de 700 en 2004 a 150 en 2013, optimizando al mismo tiempo la necesidad de recursos humanos altamente calificados. Esta nueva estructura incrementó en un 35 por ciento la existencia de componentes de la sangre para transfusiones y permitió mejorar su disponibilidad allí donde es necesaria, disminuyendo además el descarte por vencimiento.
“La centralización de los procesos de donación, procesamiento y distribución en instituciones específicas en cada jurisdicción, permite aprovechar el recurso sangre más eficientemente, contemplando la demanda y garantizando la accesibilidad de la gente que la necesita, a una sangre de igual calidad”, puntualizó Maschio.
Otro de los aspectos positivos de los cambios introducidos en el sistema nacional de sangre, vinculado al incremento de donantes, es la obtención de mayor cantidad de derivados sanguíneos que se obtienen del plasma (son componentes de la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma).
El plasma que no se utiliza para transfusión se envía a la industria para producir medicamentos, como por ejemplo los factores de coagulación necesarios para tratamientos de hemofílicos, que tienen un muy alto costo.
A lo largo de 2013 se llevaron a cabo en el sector público, 623.572 transfusiones de productos sanguíneos, de las cuales el 54 por ciento correspondió a glóbulos rojos, el 24 por ciento a concentrados de plaquetas y el 18 por ciento a plasma fresco congelado.
El Plan Nacional de Sangre y el Ministerio de Salud de la Nación alientan las colectas externas de sangre, es decir fuera de hospitales. En 2013 el 15 por ciento de las donaciones del sector público se realizaron fuera de los hospitales. Esto favorece el crecimiento de donantes voluntarios y habituales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a cada país a poner en marcha planes y programas nacionales de sangre, sostenibles y sustentables, como parte de una política de Estado, como lo es en la Argentina. El objetivo es garantizar el control, la regulación de las donaciones de sangre y de las transfusiones. “Las donaciones de sangre contribuyen a salvar vidas y a mejorar la salud”, preconiza ese organismo internacional.

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