Horacio Roca presenta Tuñon (Esquinas y Banderas)

“TUÑÓN (esquinas y banderas)” es un espectáculo conformado por poemas de Raúl González Tuñón. Con una propuesta escénica intimista y despojada, pretende ser un vehículo de la voz del poeta: son las palabras -sus imágenes, su musicalidad- las que cuentan y evocan, para adentrar al espectador en esa particular mirada suya sobre “las cosas mágicas y vulgares del mundo”. El universo poético de Tuñón con la potencia viva del teatro. Las luchas sociales, el barrio, el amor, los viajes, la infancia, la muerte. En su invención literaria conviven las utopías y los objetos cotidianos, la soledad y la revolución, las esquinas y las banderas. La presente selección de algunos de sus textos, hecha sobre su vasta obra, busca reflejar y darle vida a esa diversidad.

Ficha Técnica: Interpretación: Horacio Roca; Textos: Raúl González Tuñón; Vestuario: Julio Suárez; Efectos Sonoros: Martín Pavlovsky; Foto: Mía Falcone; Selección de Textos y Dirección: Horacio Roca

“Esperar, esperar en una esquina //encender un cigarrillo // y escuchar con asombro, con miedo, con nostalgia//la música amontonada del mundo”, de Raúl González Tuñón

Raúl González Tuñón (29 de Marzo de 1905 / 14 de Agosto de 1974), poeta y periodista argentino. Trabajó en el Diario Critica, vespertino de los años 30 que supo reclutar a notables escritores de la época (Roberto Arlt, Enrique González Tuñón, Carlos de la Púa, Nalé Roxlo, Nicolás Olivari, Edmundo Guibourg, Jorge Luis Borges, entre otros). El director de Crítica, el célebre Natalio Botana, lo envió a cubrir una huelga de cañeros enTucumán, comenzando así su etapa como “periodista viajero”. Como producto de estas experiencias escribió Miércoles de Ceniza (1928) con el que ganó el Premio Municipal. Con los 500 pesos del premio, sacó un pasaje en el buque español "Puerto de Palos", llegando por primera vez a España para finalmente "anclar en París". El dinero se acabó pronto, pero nació en consecuencia La Calle del agujero en la media (1930), un libro enamorado de París, sus mujeres, sus esquinas, su bohemia y el surrealismo. Colaboró con la revista Martín Fierro (en la que también escribieron Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo, Francisco Luis Bernárdez, Leopoldo Marechal, Macedonio Fernández y Eduardo González Lanuza, entre otros). En 1935 vuelve a España junto a su primera mujer, Amparo Mom, y frecuenta distintas peñas literarias donde entabla amistad con Federico García Lorca, Gómez de la Serna, León Felipe, Miguel Hernández, Luis Cernuda y Pablo Neruda (por esa época Cónsul en Madrid). Allí, influido por los ecos de la sublevación obrera del año anterior en Asturias, escribe “La rosa blindada”.Regresa a Buenos Aires poco antes del fatídico julio del ‘36, con el fin de organizar la Sección Hispanoamericana de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Ya iniciada la Guerra Civil retorna a España como corresponsal de "La Nueva España" y "El diario", publicaciones de los republicanos españoles en Buenos Aires. En medio de los bombardeos franquistas, asiste al Segundo Congreso Internacional de Intelectuales en Valencia, Madrid y Barcelona y luego viaja a París para participar en la sesión de clausura. Cuando la República está al caer, Tuñón abandona España rumbo a Chile con Amparo Mom, junto a Pablo Neruda y Delia del Carril. Neruda le pide que lo ayude a fundar la Alianza de Intelectuales de Chile. Tuñón acepta quedarse pero sólo por quince días ("y me quedé quince años"). Influyó decisivamente en el panorama cultural argentino de las décadas del ’50 y ’60. Es considerado uno de los padres de la corriente moderna de poesía urbana. Juancito Caminador, un personaje inspirado en un artista de circo y en una marca de whisky (Johnny Walker) se convirtió en un álter ego literario del autor. Su obra no sólo se enmarca dentro de las llamadas vanguardias de principios del Siglo XX, sino que fue al mismo tiempo uno de los precursores de la poesía social y combativa en la Argentina: sus "poemas civiles", referidos a acontecimientos políticos y sociales, influyeron en autores como Juan Gelman, Julio Huasi, Roberto Santoro, y Francisco Urondo. Algunas de sus obras son: “El violín del diablo” (1926), “Miércoles de ceniza” (1928), “La calle del agujero en la media” (1930), “El otro lado de la estrella” (1934), “Todos bailan, poemas de Juancito Caminador” (1934), “La rosa blindada” (1935), “Ocho documentos de hoy” (1936), “Las puertas del fuego” (1938), “La muerte en Madrid”(1939), “Canciones del tercer frente” (1939), “Nuevos poemas de Juancito Caminador” (1941), “La calle de los sueños perdidos” (1941), “Himno de pólvora” (1943), “Primer canto argentino” (1945), “Hay alguien que está esperando” (1952), “Todos los hombres del mundo son hermanos” (1954), “La cueva caliente” (1957), “A la sombra de los barrios amados” (1957), “Demanda contra el olvido” (1963), “Poemas para el atril de una pianola” (1965), “La literatura resplandeciente” (Ensayos, 1967), “Crónicas del país del nunca jamás”(1967), “La veleta y la antena” (1969), “El Rumbo de las islas perdidas” (1969) y “El banco en la plaza” (1977).