Reconocimiento a la labor que desarrolla la Escuela contando leyendas de la Patagonia y relatos de tradición oral de la región, en escuelas, espacios culturales, cafés literarios, hogares para familias en riesgo, hospitales y centros de salud, áreas de salud mental y ciclos de arte en vivo.
Expresa en sus fundamentos:"La subsecretaría de Cultura de la provincia del Neuquén brinda su apoyo a la actividad que realizan Narradores de leyendas de la Patagonia y relatos de tradición oral de la zona, que se llevan a cabo en distintas ciudades y localidades de la región.
Los narradores provienen de diferentes grupos de cuentacuentos que realizan presentaciones hace aproximadamente cinco años en distintos lugares y espacios físicos, como escuelas, espacios culturales, cafés literarios, hogares para familias en riesgo, hospital Castro Rendón y demás centros de salud, en el ciclo de arte en vivo del teatro Español y otros, como la organización anual del Festival Hablalapalabra.
Existen diferentes grupos de narradores orales en Neuquén como por ejemplo: Naranja Lima, Las Cuchicheras y Eme x 2. La mayoría se ha formado en la Escuela Patagónica de Narración Oral y han seguido desarrollando este arte de la palabra en talleres y clases de técnicas vocales y expresión corporal.
La narración oral también cumple una importante función en articulación con los establecimientos educativos con los objetivos de brindar un espacio para la escucha estética de narraciones orales para docentes y comunidad; apoyar los esfuerzos de las escuelas para promover la lectura y la escucha de cuentos y estimular la circulación de textos de tradición oral presentes en la comunidad de las escuelas.
En el mes de marzo del año 2006 comenzó su actividad la Escuela Patagónica de Narración Oral, fundada por Hugo Herrera Domínguez e Ileana Panelo, quienes desde el año 1990 venían narrando juntos de manera profesional, y habían conformado en el año 1993 el Dúo “Queme Contursi,” la primera expresión de Narración Oral Escénica en bares y teatros de la región.
Sus creadores señalan que: “nuestra experiencia nos habla del carácter artístico de la narración oral, de su autonomía con respecto a otras artes escénicas, de una identidad que la diferenciaba de la escritura literaria y sobre todo de la mágica capacidad de producir placer y belleza en quienes la escuchan y también en quienes la practican. Así fue que la escuela tuvo como destinatarios a docentes de todos los niveles y modalidades: estudiantes de Formación Docente, Letras, Comunicación Social, Humanidades, Psicología, Turismo, Artística, Teatro, personal de bibliotecas, de Jardines maternales, de Centros de Salud, Trabajadores Sociales, Psicólogos, Médicos y público en general interesado en la temática”.
Desde la Escuela se plantea la formación en dos años, en la que se desarrollan los siguientes contenidos: Análisis estructural del relato; Creatividad; Movimiento corporal; Lenguaje de la imagen hablada; Memoria emotiva personal de narración oral; Recreación de cuentos populares; Escritura, recreación y narración de Leyenda urbana; Motivación a la lectura; Cómo seleccionar un cuento para ser narrado; Análisis del cuento elegido, cómo interiorizarlo, aprehenderlo; Repertorio de cuentos para distintos tipos de públicos (niños, adolescentes, adultos).
La fundamentación de la Escuela Patagónica de Narración Oral para definir esos contenidos es que uno de los rasgos esenciales del ser humano es que se expresa, que se comunica. Desde tiempos inmemoriales, la narración oral ha sido una de las mejores herramientas que ha tenido el ser humano para encontrarse consigo mismo y con los demás y así transmitir su propia historia. Algunos pueden creer que sólo la palabra en la expresión oral bastaría para lograr este cometido, sin embargo, la complejidad de la narración oral posee un abanico de lenguajes, donde no sólo se pone en juego la palabra sino también las percepciones, las sensaciones, las fantasías, los temores, las certidumbres y las ilusiones.
Un narrador oral debe poner en juego su cuerpo, afecto e intelecto como un todo, para ser instrumento de esa expresión. La formación de esta Escuela está destinada a experimentar nociones y prácticas en recursos estilísticos de la narración oral. En todos los encuentros hay un tiempo destinado a la expresión y la comunicación (la desinhibición, la búsqueda de la espontaneidad); otro a la teoría del narrador (lenguaje verbal y recursos vocales, lenguaje del cuerpo, la mirada, expresiones, ademanes, posturas); y otro a la práctica de narración oral de los participantes, (la selección de textos, la práctica de narrar).
También la Escuela organiza el festival internacional “Hablalapalabra”, autogestivo, el más importante de la Patagonia Argentina relacionado a la literatura oral, en cada edición se narra para aproximadamente 10.000 escuchas, y han participado narradores de Brasil, Colombia, México, Perú, Chile, Uruguay, España, y de muchas provincias argentinas. Este festival ha sido seleccionado por el Ministerio de Cultura de la Nación para ser apoyado económicamente entre 3000 proyectos culturales presentados en el país.
Actualmente narradores formados en la Escuela coordinan talleres para compartir la palabra en espacios de Salud Mental públicos y privados en las ciudades de Gral. Roca y Cipolletti (Provincia de Río Negro) y en la ciudad de Neuquén (Provincia de Neuquén), talleres en la Cárcel de Mujeres de la Provincia de Neuquén y en espacios dentro de hospitales públicos de ambas provincias.
Cabe destacar que la Escuela brinda su formación en cuatro ciudades de la zona: Centenario y Neuquén (Provincia de Neuquén) y Cipolletti y Gral. Roca (Provincia de Río Negro)."