Poemas de Alfredo Veiravé (Entre Ríos - Chaco)
28.02.2021 16:36 | Noticias DiaxDia |
Como en Las Meninas de Velázquez nos gusta retratarnos
[dentro
del cuadro usando los espejos de los reyes
pero jamás supusimos que vos, Ingrid Bergman y yo,
[Humphrey
Bogart nos veríamos como en el final de
[Casablanca
en la madrugada del 10 de mayo de 1982
viendo a los soldados subir a los aviones de transporte
rumbo a los mares del sur, al frente de batalla, bah
[a la guerra con los gurkas,
así de simple ¿quién que vio ir a su hijo a la guerra
no vio cómo se caía el borde del abismo?
Todo fue como en una película
pero la angustia y la garganta no nos dejaron salir del
[film
y sentarnos en la platea a llorar sentimentalmente por los
[protagonistas.
(Quizá Velázquez se dibujó en el espejo porque su hijo
había sido enviado al frente de batalla.)
REPORTAJES SOBRE LA REALIDAD
Al ver caer las flores rosadas del lapacho sobre las
[imágenes
de este árbol que anuncia en sus cielos la actividad de la
mirada sentimental, el elogio simple de un espectáculo
[que
no es sintáctico, cualquier novelista diría que ellas (las
[flores)
son personajes delicados, seres emergentes de voces que
[descubren
la realidad de los objetos, en este caso hermosos para la
[escritura
de las estaciones del año, el recuerdo guardado en el
[pecho de sus criaturas
inventadas. El poeta que transgrede los géneros literarios
cerraría los ojos y en sus frases respondería con otros
[resultados
a la ansiedad de sus lecturas compartidas en un reportaje
circular: ¿qué es lo que veo, qué es lo que quiero ver,
[qué es lo que
no puedo ver de estas flores del lapacho sobre
la alfombra rosada de la vereda, que aquí se ha formado
[hoy como
una metáfora de la vida o de la muerte?
La idea simple de una alfombra tejida de rosadas flores
[volátiles
es una antimonia de la realidad, una respuesta posible al
[cuestionario,
una metáfora de la imaginación o de la inteligencia,
[quizás,
simplemente, un homenaje al amor distante de quien las
[mira:
—El significado de un poema sólo puede ser otro poema,
[pero ¿cómo
diferencia usted a la poesía de estas flores del lapacho?
—Es muy simple, porque el poema tiene el aspecto
[geométrico
de la poesía.
—¿Y cómo la reconoce?
—A primera vista, por el sonido mental de ese momento,
[y además
porque la poesía nos enriquece la realidad, como el
[lapacho.
PUNTOS LUMINOSOS
Podrías creer que el arte es como un espejo
sobre la superficie del pulgar que gira
pequeño entre ideogramas luminosos
pero los gatos
sentados entre las piernas de las hermosas
modelos te contradicen.
Ellos son un tema general abstractos como las abejas
en la lluvia como las catástrofes submarinas
el cabello de Odiseo sobre la arena
enumeraciones que no alcanzan jamás la concentración:
esa sabiduría visual de transformarnos
en puntos luminosos
dispersos dolores en la punta del pulmón
que nada tiene que ver con la concentración de la historia.
MI CASA ES UNA PARTE DEL UNIVERSO
Los que la vieron dicen que la tierra
es una esfera en el espacio, un planeta
más bien pequeño
del tamaño del dedo pulgar de los astronautas.
Yo no lo dudo porque he visto las fotografías
y porque ahora estoy a casi medio planeta de mi casa.
Lo mejor de todo esto es que en ese pulgar
también mi casa es una parte del universo.
Cómo no serlo si en el patio del fondo
hay un filodendro de gigantes hojas y también gusanos
[bajo
la tierra
aptos para la pesca, y ahora que me acuerdo
el olor de los helechos contra la pared
la cara de Delfina o Federico entre los árboles
y aquel canario que se nos voló de noche.
NADA SE PIERDE TODO SE TRANSFORMA
Deja que se vayan igual volverán
cabalgando en otros caballos más briosos
las riendas hay que dejarlas sueltas
no las tires hacia atrás hacia tu pecho
y verás que vuelven
(los paladares los tigres los fetos
el ocio y los engranajes)
Si escoges un huevo de perdiz
tendrás el rumor del vuelo
Si pierdes la costumbre del agua
adquirirás de pronto la humedad
Si esperas
podrás ocupar un sitio de tu preferencia
Si corriges
más vale quemar los papeles.
POEMA LEVEMENTE DESCRIPTIVO
Me limitaré a describir el polvo por las calles
que emerge soplado por el viento norte en una
desobediencia pertinaz
de sapos muertos en el sol
y esta pregunta
municipal
¿nos tapará la polvareda
con sus edificios sacramentales
este mediodía
en el pueblo?
Espiemos desde las
ventanillas de las casas que se fugan
seamos hábiles en el trance de poner
el viento en sus dominios
el calor en los bolsillos de los disidentes
y
desde luego
aprendamos a leernos en la sequedad de
esta geografía
en donde permanecemos
hasta alcanzar cierto grado de locura
los informes meteorológicos anuncian grandes
[lluvias
en el Chaco
pero las tribus nos arrojan sus granos de arena
sobre los ojos
ni alegres ni tristes estamos en el claustro
codiciando el desperfecto de la máquina solar sentados en
el calor.
POEMA CON COLOR LOCAL
Pintan a tu aldea y serás universal.
Tolstoi (citado de oído)
Vivo en el Chaco en la ciudad de Resistencia y conozco
el quebracho, el algodonal y el viento norte
en las siestas del verano
sus templos sacramentales y las lluvias interminables
no obstante eso ojeo la enciclopedia que en fascículos
llega a los quioscos
y leo sobre “La infancia de la humanidad”
“La estructura de las máquinas”
Soy de la primera generación de Tarzán y el
Tit-Bits fui Sobrino del Capitán y ahijado de Fantomas
y no veré seguramente
la colonización del planeta Marte
no obstante eso miro los lapachos florecidos
con cierta nostalgia becqueriana.
TAMBIÉN LA POESÍA ES DESACUERDO CON EL
MUNDO
Puede haber un cuervo
en el subterráneo imperio de las sombras:
sin comparaciones obligadas él rechaza la palabra
“conocimiento”
como una prueba paciente de las fórmulas.
No sé tampoco por qué insistimos en perseguirla
con signos cuneiformes
o si somos acaso perseguidos por ella como un mar de
[adentro
en las despedidas de Odiseo
o someternos. Al fin y al cabo
no somos antenas de la raza (pararrayos celestes) sino
una poca cosa falsificadora
suave en los instrumentos
corolarios innecesarios
doctores de la vanidad personal
incompatibles con el mundo.
1
Antes eran las palabras
solamente las que hablaban; los textos eran como poemas
[ciegos que
en la oscuridad de su cuerpo tanteaban en cavernas
[platónicas con una
fina red de caricias, pero ¿qué quedó de aquella escritura
[lujuriosa?
Me imagino que en algún siglo venidero alguien logrará
desenterrar de esas cavernas la imagen de un país, que
[es como decir,
extenderá un mapa de colinas (desnudas), de hondonadas
[abiertas, de pliegues
fastuosos
con los gritos del maca de una mujer hermosa, y algún
[arqueólogo
corporizará la historia en las arenas gruesas de estas
anécdotas pasajeras. ¿Acaso la energía del texto no nace
imprevistamente
del contacto sexual con el pensamiento reflexivo?
2
Yo imaginé a Manhattan desaparecer
entre las aguas del océano; puedo decir que la vi hundirse
como un cataclismo formidable. Entonces para mí las
[inundaciones
del diluvio provenían de los libros sagrados/lluvias
[interminables
sobre un Arca a la deriva/o de la
[aterradora
yegua negra de la noche, llovida,
o del río Gualeguay,
tan calmo que hubo personas ya muertas que los
[domingos iban a ver
a las señoritas de familias con grandes capelinas
pasear en botes de/Renoir
y los jóvenes remar entre los sauces, y la tarde caer con
esplendor de kermés de fin de siglo, melancólico diría en
[esos años,
aunque la nostalgia del tiempo nos engañe.
CATÁLOGO DE NECEDADES DE LOS PUEBLOS
CONQUISTADOS
Los pueblos conquistados desde ahora podrán ponerse
[como nosotros
los Infieles plumas de Caburé entre los ojos/Crin de
[veloces caballos entre las piernas
y parir sus mujeres no bajo dibujos de Audrey Beardsley,
[no bajo palios de
oro con incrustaciones de dragones que echan fuego por
[la boca sino en las maniguas
o los cocoteros sobre las hamacas colgantes. También
[estos pueblos conquistados
deberán echar al fuego sus pinturas la cosmética de
[Carnaby Street los cristales
de Murano o las
(fastuosas) (luminosas) (bellas) mariposas de color
[de los vitrales de Saint Chapelle,
[por ejemplo,
y extraer en cambio de los frutos de las papayas la leche
[transparente
con la cual curamos las heridas o frotamos para bien de
[los ancianos de la tribu
el nido de las sacerdotisas antes del sacrificio ritual y para
colmo
cuando dejamos nuestras piraguas en la costa marina lo
[único que extrañamos
fueron los volcanes y aquella tierra azul que de pronto
[tiembla/se abre/
nos traga. Informo a los etnólogos y también a los
[antropólogos de las
pirámides
que la tierra conquistada no sufre alteraciones de su
[continente desde la
prehistoria. Por eso todas las necedades de su lógica
[tienen el
prestigio de sus jardines de Versalles: aquí se pueden
prever las estaciones y los cambios del dólar con
[mucha anticipación. Hemos percibido
también en estos naturales un arraigado orgullo de raza
y que las tortugas de los experimentos atómicos se
[arrastran lentamente hacia
una playa de sombras.
YA NO HAY LUGAR PARA LA FRIVOLIDAD
Todos poseen un límite; las lecturas en el jardín
absorben el deseo de las plantas húmedas y el mundo
[visionario
habla allí únicamente con algunos seres animados de ojos
[abiertos y profundos.
(Entre los helechos y los tiernos animales inocentes el
38
[espacio pasa
como un equilibrista que abre su sombrilla para no caer
[en el vacío.) Hay
diferentes formas de fracaso cuando el trapecista joven
[sufre el miedo
en las cárceles de la pesadilla,
aunque en el fondo sabe que los victimarios y los
[torturadores
se juntan en el infierno de la historia, y que las hojas caen
[sobre ellos
para convertirlos en tierra deleznable. Por eso canta ahora
[y mira
solamente hacia adelante/no dará explicaciones de la
[vida: el cuerpo sabe
esquivar los dardos venenosos del rencor, quizás, una
[forma cerrada del amor
que no fue correspondido. A veces los límites se abren y
[comienza el vuelo;
entonces, ya no hay espacio para las frivolidades como
[saben
los que vuelven de la guerra, o del errático exilio (del
[poema).
Alfredo Veiravé nació en Entre Ríos, Gualeguay en 1928. Se radicó en el Chaco. Fue Profesor en letras y colaborador en varias páginas literarias.
Publicó los libros: “El alba, el río y tu presencia”, “Después del alba, el ángel “, “El ángel y las redes” , “ Destrucciones y un jardín de la memoria” , “Puntos luminosos” , “El imperio milenario”, “La máquina del tiempo”, “Historia Natural”, “Radar en la tormenta” y “Laboratorio central”.
Premio Nacional de poesía “Leopoldo Lugones” y premio de Honor de la Fundación Argentina de la Poesía. Miembro de la Academia Argentina de Letras.
En 1991 falleció en Resistencia.
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