Las antologías literarias. Por Omar Ramos

 En general, dichas recopilaciones, tanto en cuento y poesía, géneros de mi mayor conocimiento, agrupan obras dignas de ser resaltadas por su calidad.  Otras veces, en menor medida, se publican antologías de diversos autores, que todavía no han publicado un libro propio, y es ahí, generalmente, donde el lector se encuentra con poemas o cuentos primerizos que hubieran requerido mayor trabajo de corrección, estructura y estilo. 
 

 Son descartables desde ya, aquellas antologías que hacen editores con fines de lucro, que agrupan sin una rigurosa selección estética a varios autores, luego de que los mismos abonen un dinero para ser incluidos y costearse la edición. Cinco poemas valen tanto, tres cuentos más, un relato extenso el doble y de esta forma se pierde la esencia de la colección que es mostrar al lector obras notables o que por lo menos denoten originalidad.     
 

  A veces es el tiempo el que se encarga de confirmar el buen criterio del antólogo cuando los escritores seleccionados son reconocidos por críticos, colegas y sobre todo lectores. Voy a citar el caso de varias antologías, algunas de las que formé parte como El Cantar de las Palabras (1991, Poemas, Editorial Metáfora) recopilación a cargo del poeta y editor Jorge Clemente y prólogo de su padre, el académico José Edmundo Clemente. Con el correr de los años varios de estos poetas como Luis Benítez, Esteban Charpentier y otros conformaron una obra de mérito estético. Lo mismo ocurrió con escritores como Pedro Mairal y Solange Camauer que integraron la antología Cuentan (1993, Cuentos, Editorial Metáfora). 
 

 Otras veces, las antologías pretenden ser una muestra, siempre incompleta y arbitraria, de los poetas y narradores de una época. Es el caso, entre otros, de La Nueva Poesía Argentina, (1990, Ediciones Ocruxaves y El Barco Ebrio), selección y prólogo del poeta y editor Héctor Álvarez Castillo. Compilación que integré entre otros poetas con Amadeo Gravino, Pedro B Rey, B Rivadavia y el referido Álvarez Castillo.  
 

 Algunas antologías se conforman no sólo bajo un género literario sino también por un tema. Es el caso de la recopilación que realizara el escritor Vicente Battista, con el título de Crímenes Políticos, (Editorial Desde La Gente, 2018).  Narraciones como la muerte de Juan Pablo I, Aramburu, el general Juan José Torres, ex presidente de Bolivia y militantes desaparecidos por el Terrorismo de Estado, también el resto de los relatos, son una muestra lograda del género de ficción histórica  

  Cabe destacar entre las publicaciones recientes, la antología de poesía, Oír ese río, 2017, antología poética sobre los ríos del mundo, que comprende a 126 poetas de 59 países, en 29 idiomas diferentes, con un único tema el río. La primera antología cuyo beneficio se dedica totalmente a fines solidarios. Con el producido de las ventas se plantaron 50 árboles, se reconstruyó una escuelita rural incendiada, se construyeron un aula biblioteca en Pozo Azul Misiones y un Merendero en El Dorado, Misiones. Todo bajo la responsabilidad y dirección de la Fundación PIBES, presidida por el poeta Esteban Charpentier.
 

La curaduría de poemas estuvo a cargo de Charpentier y el colombiano Robert Max Steenkist. También en el 2018 los mismos curadores publicaron otra antología poética, con el tema del árbol. Es una recopilación denominada Arbolarium de los cinco continentes, que integran 148 poetas, de 78 países. Los poemas están escritos en la lengua original de cada poeta y traducidos al castellano.   

Es de esperar que se imponga el criterio de calidad literaria, como son las antologías que he citado y como tantas otras que este breve espacio me impide nombrar.