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Poemas de María Elvira Juárez (Tucumán)

09.10.2024 00:05 |  Noticias DiaxDia  | 

Poema

Ven conmigo amiga…
Despierta en esta tarde
una vieja canción adormecida
en los labios marchitos del deseo,
regresa con los pájaros ausentes,
sé la rosa fragante
recostada sin miedo
en la negra solapa de mi traje.

Deshojaremos juntos
a la sombra gentil de los naranjos
los híbridos silencios
de un capítulo amargo.

Ven conmigo amiga,
derrámate en mis venas azoradas
sé en mi pulso la música
que la sangre me agolpa en su premura,
llena de tintineos
mi edad deshabitada.

No me digas… Te amo… no hace falta,
deja sencillamente que la tarde
me aproxime sus lumbres atizadas
que mi pie demorado afirme sus laureles,
que la sombra fugaz de los que pasen
sonrían con malicia en la mirada.

Ven conmigo amiga,
ya te esperan las uvas
en mi casa…
El crepúsculo cae
y nuestros dedos
son luciérnagas ávidas.

   de El hombre y su noche (1958)

Poema 14

Si dijera que la tierra
se ha iniciado en uno de mis gestos,
el más mínimo.

Si dijera que todas sus montañas
sus hundimientos y sus abismos
han poblado mi sangre
como espíritus inconmensurables.

Si dijera
que he bebido la noche
y sus nómades ímpetus,
que la llama es mi aliento,
que en mi frente nace
la espuma de los desbordamientos.

Si dijera,
campos a vuestro verdor,
que los trigos ocultos quedan en mis pupilas,
que mi voz eterna
transcurre en la lluvia
en la piel
y el zumo de los grandes frutos.

Si dijera ¡oh mar!
que mi presencia te derroca,
que tu ímpetu por milenios
es sólo un vaso de mi fuerza.

Si dijera,
espacio llevo tu antorcha,
tus mutaciones
y el éxodo de tus golondrinas.

Si dijera
que un cuervo
se sustenta en mi gruta.

Si exprimieran mis venas
este sueño
de líquidas cariátides.

¡Si supieras
peregrino que a mi lado
no has avanzado nunca todavía!

Si pudiera tu dios
bucear en mi profundidad,
saber que su milagro es un letargo
que termina donde mi luz comienza.

Diría:

Yo soy
silbante,
lo que aguza los enhiestos picachos,
la nube escanciadora,
el acecho
más próximo y oculto de la selva.

Yo soy el flanco húmedo
que exalta su locura en la carretera,
el arco tenso,
el tímpano
a todos los rumores abocado.

Yo soy lo inexpresable del gemido,
del polvo
del halo enrarecido del sepulcro.

Yo soy la choza
y el imperio,
la cima
y la hondura,
la desnudez
y el nido.

Y soy,
¡oh Causa de las causas
el flujo y reflujo de tus mares,
tu florecer y marchitarse perpetuo!

Derrotas de tinieblas,
principio sin testimonio,
encadenamiento absoluto.

¿Quién,
más que mi sombra
quiebra la línea del horizonte?

¿Quién,
más que mi soledad
es sangre
hasta su última gota?

Gesto mío sin nombre
que ha iniciado la tierra;
yo acopio tu crecimiento
y esto que es mi canto
en esta hora imposible
me llamo Eternidad…

       de Alto soliloquio (1960)

Poema

Sé que este día nació para mí
exclusivamente,
que el cuervo asiduo que parlamenta
con mis dedos helados
y mis nostálgicos remiendos
ha puesto a solear sus plumas
sin auscultar su ojo ácido.

El aire azulea más allá
de lo correcto o achacoso,
huele a ofrenda sin secadales.

Si me incorporo sobre mi flanco derecho
a expensas de nadie,
si me corono del meñique al cerebelo
ciudadano del mundo,
si me instalo en la esfera del día
con el corazón acelerado
y acepto esta tregua
como un apretón de manos,
tendré la edad de las inquietas rosas
que se columpian en octubre
y la antena prudente de los himenópteros.

Si desafío a la tristeza con una sonrisa valedera
y me estremece un vino ardiente
sin fermentos apócrifos,
si comulgo en los labios ardientes del deseo,
paso a integrar la faz de la tierra
y me derivo hasta la miel de los cerezos
con un aniversario de fogatas
para dorar mi propio pan.
Este día nació para mí exclusivamente
y como me transparenta sin procesos
amo en la criatura que soy
todo lo que me rodea.

Hoy he crecido
para andar del brazo con la vida
porque la muerte por un instante
empaqueta su velorio
amistosamente…

María Elvira Juárez, San Miguel de Tucumán, Argentina (1915/ 2009). Cofundadora en 1944 del grupo La Carpa, integrado por Raúl Galán, Manuel Castilla, Julio Ardiles Gray, Raúl Aráoz Anzoátegui, Sara San Martín, Carola Briones, Omar Estrella, María Adela Agudo, Víctor Massuh, entre otros.

Publicó Oda al siglo XX, ,Para que cale hondo, Poemas, El Hierofante, El protagonista, El mensaje, Soy así, El extraño, El Fariseo, Alto soliloquio, Vuelve el protagonista y Matías espíritu. Escribió libros de poesía para niños: El duende Camilo, El circo encantado, Los viajes de un caracol y Los bigotes de la hiedra. Me iré contigo, Homenaje al poeta Federico García Lorca, En la espiral de una incógnita.

Fue galardonada en los Juegos Florales de Tafí Viejo en 1945. En 1948 la Sociedad Argentina de Escritores de Buenos Aires le dió el Premio Nacional de Poesía por su libro El hombre y su noche. Faja de Honor de la Sade de Buenos Aires por su libro El hierofante. Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía (1994). Distinguida por la Cámara de Diputados de la Nación y por la Universidad Nacional de Tucumán como “Personalidad destacada de la cultura”, entre otros.


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