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Francisco Madariaga: Poesía sin orillas. Por David Antonio Sorbille

24.02.2025 14:50 |  Noticias DiaxDia  | 

El poeta Francisco Madariaga, nació el 9 de septiembre de 1927, en la ciudad de Buenos Aires. Luego de varios días, fue llevado al Paraje Estancia Caimán, Tercera Sección, del Departamento de Concepción, en la Provincia de Corrientes. Era hijo de Francisco Aurelio Madariaga, un veterinario y ganadero de fuertes convicciones políticas, y de Margarita Pallette, docente del barrio porteño de Floresta. Hasta los 15 años de edad, vivió entre la naturaleza y los paisanos de su patria chica, aprendiendo el idioma guaraní que nunca dejó de hablar. Viajó a Buenos Aires donde residió para completar sus estudios y, en 1947 conoce al narrador Gerardo Pisarello, a quien visita por primera vez en su casa de Saladas, Corrientes. El universo poético de Madariaga, se va construyendo en ese contraste entre la ciudad y el campo, enriquecido con la lectura de las obras de Poe, Darío, Baudelaire, Quevedo, Góngora, Vallejo, Whitman, Rilke, Milosz, Rimbaud y Aimé Césaire. En 1951, se vinculó con los surrealistas que se nuclearon para publicar la revista “A Partir de Cero” y “Letra y Línea”, cuyo primer número apareció bajo la dirección de Aldo Pellegrini. A partir de entonces, Madariaga también se relaciona con Oliverio Girondo, Edgar Bayley, Olga Orozco, Juan Filloy, Xul Solar y Rodolfo Alonso, entre otras figuras emblemáticas de las letras y las artes. La poesía, el amor y la libertad, serían la trilogía esencial del surrealismo, tal como lo definía Enrique Molina, sin duda uno de sus máximos representantes junto a Juan Antonio Vasco, Julio Llinás, Carlos Latorre y Juan José Ceselli. Es el tiempo, también, en donde la primacía de esta experiencia fundacional constituye para Madariaga, una apertura novedosa por su mítica intensidad y trascendente actitud existencial. La aventura de la palabra, será el instrumento para lograr una poesía liberadora, en donde la fuerza indómita del paisaje, y el acontecer y sus implicancias, conformaría una propuesta poética profundamente innovadora.
“Sus poemas –como lo señala Graciela de Sola en su libro Proyecciones del Surrealismo en la Literatura Argentina, Ediciones Culturales Argentinas, 1967- apuntan a la rebeldía contra todo otro ordenador de la realidad que viole lo natural en el hombre y fuera de él”. La sed infinita que lo impulsa por el camino de la imaginación y el insondable misterio de la vida, alumbra en 1954 su primer libro de poesía: El pequeño patíbulo, Ediciones Letra y Línea, Buenos Aires. Luego, se conocerán los siguientes títulos: Las jaulas del sol, Ediciones A partir de Cero, Buenos Aires, 1959; El delito natal, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1963; Los terrores de la suerte, Editorial Biblioteca, Rosario, 1967; El asaltante veraniego, Ediciones del Mediodía, Buenos Aires, 1968; Tembladerales de oro, Ediciones Interlínea, Buenos Aires, 1973; Aguatrino, Edición del Poeta, Buenos Aires, 1976; Llegada de un jaguar a la tranquera, Ediciones Botella al Mar, Buenos Aires, 1980; La balsa mariposa, Primera Obra Reunida, editada por la Municipalidad de la ciudad de Corrientes, con introducción de Óscar Portela, 1982. A estas obras le seguirán: Poemas, Ediciones Fundarte, en Caracas - Venezuela, con introducción de Juan Antonio Vasco, 1983; Una acuarela móvil, Ediciones El Imaginero, Buenos Aires, 1985; Resplandor de mis bárbaras, Ediciones Tierra Firme, Buenos Aires, 1985; El tren casi fluvial, Segunda Obra Reunida editada por el Fondo de Cultura Económica de México en Buenos Aires, 1988; País garza real, Editorial Argonauta, Buenos Aires, 1997; Aroma de apariciones, Ediciones Último Reino, Buenos Aires, 1998; En la tierra de nadie, Ediciones del Dock Buenos Aires, 1998; Criollo del universo Editorial Argonauta, Buenos Aires, 1998; y Solo contra dios no hay veneno, Ediciones Ultimo Reino, Buenos Aires, 1998. Sus poemas son publicados en importantes Antologías de Latinoamérica y Europa y traducidos a varios idiomas. Además, colaboró en prestigiosas revistas y diarios nacionales y extranjeros, y obtuvo numerosos premios, entre los que se destaca el Nacional de Poesía en el 2005, por la obra correspondiente al período 1997-1999. Ha escrito obras en prosa y concurrido como invitado a Congresos y Reuniones Literarias Internacionales y de su país. Madariaga tuvo tres hijos, Gaspar Hernán y Florencia Natalia de su primer matrimonio con Amalia Cernadas, y Lucio Leonardo de su segundo matrimonio con Elida Manselli. En su brillante trayectoria, “pudo fundar literariamente un Paraíso: lo hizo en los esteros subtropicales de su infancia”, señaló Daniel Freidemberg, en el Prólogo de Criollo del Universo y otros poemas, de Francisco Madariaga, Centro Editor de América Latina, 1968.
En ese territorio habitado por imágenes de alucinante intensidad, se desarrolló “la coherencia de una pasión salvaje que desliga las palabras de sus relaciones habituales para someterlas a un nuevo y sorprendente sentido”, sostuvo con singular acierto Raúl Gustavo Aguirre, director de la revista “Poesía Buenos Aires”, que tuvo a Madariaga entre sus colaboradores más importantes. Su prodigioso mensaje poético, concibió la vibración de la naturaleza como la matriz que acompaña la exaltación del espíritu humano universal y la afirmación de pertenencia que le hace decir: “se es poeta por una amplia sonrisa de las aguas”. Pero, también asume el compromiso irrenunciable del poeta: “lúcido y tiernísimo frente a los más infelices”, y capaz de ser: “duro, exacto, cruel, frente a los imbéciles de los grandes poderes”. Es así como, el blanco océano giraba en su corazón mientras el otro océano de plata amarilla se desprendía de las aguas del sol, parafraseando su auténtica inspiración de notable valor simbólico, pues, no era otra pretensión que la de dar testimonio de su rebeldía contra la supuesta racionalidad que se alimenta de prejuicios e hipocresías.
Francisco Madariaga, después de una penosa enfermedad, falleció en la ciudad de Buenos Aires, el 24 de septiembre de 2000. Al respecto, Oscar Portela, lo definió: “como uno de los más poderosos poetas de la poesía moderna"; mientras que Pablo De Vita, dirá: “que su vida y obra quedará en el recuerdo como el estallido de la mirada limpia que refleja, en su luz y en su sombra, la belleza de lo real”. En el año 2009, Ediciones en Danza publicó en su homenaje, una antología declarada de interés cultural por la Honorable Legislatura de la Provincia de Corrientes, que recopila poemas de todos sus libros, seleccionados por Javier Cófreces y Eduardo Mileo, titulada: Un palmar sin orillas, con prólogo de la poeta Elida Manselli, quien dice en uno de sus párrafos: "Deslumbra, conmueve, su poesía es una alabanza a los elementos y a sus criaturas más desprotegidas, ubica un paisaje arcaico hasta el límite de la reflexión";. En el año 2016, la Universidad Nacional de Entre Rios (Eduner, Paraná) promueve la publicación de su Obra Reunida en 2 tomos con el título: Contradegüellos, acompañada con el aporte de notables poetas y notas y bibliografías imprescindibles. Finalmente, podemos recurrir al mismo Francisco Madariaga, quien al referirse a su propia poesía nos dijo: ¿Qué puedo sentir después de haber llevado a cabo algo así como "apuntes", que sufren, o no, modificaciones. He tenido como escritorios viejos trenes casi fluviales, fondas de pueblecitos olvidados, vapores fluviales o marítimos, bares, tranvías verde-amarillos, y, a veces, un escritorio en medio de un sueño?... La respuesta definitiva estará en poder del viento”.

Bibliografía.
SOLA, Graciela de; Proyecciones del surrealismo en la literatura argentina”, Ediciones Culturales
Argentinas, 1967.
MADARIAGA, Francisco; Criollo del Universo, Editorial Argonauta, 1998.
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