Brutalidad. Por Claudia Ainchil

Todos vamos a ser jubilados y jubiladas, no lo olvides. Cuando menos te des cuenta vas a estar dentro de la tercera edad, vamos a estar, o estamos. Los años suceden rápidamente, se evaporan como por arte de magia, los alertas van metiéndose dentro de la piel como esas mariposas invisibles que rondan sigilosamente las horas.
En la infancia uno veía a las personas mayores como estandartes a lo lejos, recuerdo la imagen de mis abuelas, una de contextura física pequeña, tomando todas las tardes la merienda conmigo, era tucumana y nada más rico que ese postre rogel que nos hacía para los cumpleaños y se guardaba la receta como el tesoro escondido, y la otra abuela siempre erguida, alta con reminiscencias francesa, visitándonos cada tanto, del pueblo bonaerense se tomaba el micro y venía a la ciudad a empacharse de telenovelas y a contarnos los dimes y diretes de ese pueblo al que añoraba mi padre, aunque no lo decía con palabras era evidente que extrañaba sus pagos, bastaba recorrer con el esas calles para darse cuenta que al saludar y hablar mil horas con cada persona que se encontraba sus ojitos pardos largaban destellos de aguaviva.
Él se enfermó y murió bien se jubiló luego de muchos años de trabajo, no pudo disfrutar de esa jubilación que tanto anhelaba, de los viajes que quería hacer con mi madre o de irse a vivir los dos a Mar del Plata.
Por eso cuando veo contra los ancianos gases lacrimógenos, palos, balas de goma, un camión hidrante desde el que gritaban "vengan zurdos", blindados, un sinfin de detenidxs...todo me recuerda a la época militar. Que sensación horrible que revuelve las tripas. 
Disciplinamiento del ciudadano de a pie. Personas apresadxs, solo manifestándose. Una mujer anciana recibió un palazo por la policía y cayó para atrás sobre la calle, como un cuerpo inerte. Un fotógrafo que estaba trabajando recibió un cartucho de la policía sobre su cabeza y se encuentra en grave estado. Un operativo que actuó sobre las calles y las veredas reprimiendo a mansalva a todo el mundo. 
Todos vamos a ser jubilados y jubiladas, no lo olvides. Resuena el video de un hombre llorando "Por favor, no nos peguen más" y la ministra de seguridad argumentando "estamos ganando".
En la calle brutal represión y en el Congreso piñas.
Mientras escribo estas líneas el ruido de las cacerolas y los bocinazos se siente fuerte en los barrios.

tantas murallas alambres púas
barro cemento ladrillos o plástico
cuanta opresión madera metal
de repente en Buenos Aires un muro controla las calles
el despliegue policial no permite acercarse
inquietan los palos
un anciano se agarra la cabeza
gas pimienta balas de gomas
ciudad de la intemperie
en el cemento, sangre
en los ladrillos, el eco de los gritos
no hay adjetivos
todo pesa