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Entrevista a Eduardo Milewicz, director de cine argentino. Por Ileana Andrea Gómez Gavinoser
UNA VOZ SINGULAR EN EL CINE DE AUTOR ARGENTINO
24.04.2025 09:41 |
Noticias DiaxDia |
¿Cuál fue tu primera aproximación al lenguaje cinematográfico?
E.M: Como tantos otros de mi generación, a los 5 años me regalaron un Cinegraf, un proyector manual de películas confeccionadas en celofán o papel traslucido. Pasaba películas para mis primos, todos suficientemente críticos. Ninguna les caía bien.
¿Qué significa dirigir y escribir para cine?
E.M: Eso es algo que comprendí recién cuando comencé a trabajar como director contratado en series y novelas. No sabría definirlo con precisión. Sería algo así: cuando dirigís un guión que escribiste, lo consultas menos o no lo consultas. Ya lo tenés incorporado.
También has dirigido series para tv en España. ¿Los universos del cine y de la tv se acercan en esta etapa del lenguaje cinematográfico audiovisual?
E.M: Si. Mucho. Tienen una relación de promiscuidad y contagio bien interesante. Y la tecnología, devorando todo…
Cuéntanos acerca de tu reciente serie filmada en Madrid. ¿Cómo recorres los paisajes humanos desde Buenos Aires hacia España y viceversa?
E.M: Creo que te referís a “Amar en Madrid”, un largometraje que aún está en búsqueda de financiación. Apenas tenga coordenadas firmes, aviso.
Desde “ LA VIDA SEGÚN MURIEL” hasta tus últimas películas ¿Cómo ha evolucionado tu cine y en qué aspectos de tus filmes hasta los más recientes ves un denominador común?
E.M: El gérmen de “La vida según Muriel” sigue habitando las películas que siguieron: historias pequeñas, íntimas. Una mirada sobre lo femenino que redefine a lo masculino. Rescate de la belleza que encierra la tristeza. Seres un poco rotos, un poco tóxicos, un poco asilados, en pequeñas guerras consigo mismos. Qué es ser adulto, interrogante expresado por personajes no adultos. Y, un punto de encuentro entre el drama y la comedia…
Veo muy presente la voz de la infancia y de la adolescencia observando este mundo de los adultos en la narrativa de tus filmes. ¿Cómo se entrelazan los universos de los jóvenes con el mundo adulto tal como lo estamos viviendo hoy?
E.M: Una pregunta que me formulo hace tiempo y me encantaría responder. Los padres no asumen que son adultos, pretenden ser jóvenes, casi niños y sus hijos estan migrando hacia otro planeta donde sus padres son extranjeros.
También haces una labor docente en el cine, conduciendo workshops de dirección de actores. ¿Ves alguna diferencia entre el actor de teatro y el actor de cine? ¿Cómo se halla un actor de teatro en la pantalla grande?
E.M: Esa pregunta también me la llevo formulando hace décadas. Escribí un libro “Cuando se enciende una cámara” que se ocupa del impacto de una cámara a la hora de actuar. Teatro y Cine son dos lenguajes diferentes. Sin embargo, se necesitan. La preparación de un actor debería tener zonas en común y zonas bien diferenciadas. No es lo mismo actuar una obra entera para un público presente que entregar de accíon a corte un minuto apenas de actuación. La cámara no mira como un espectador de teatro. En fin, me entusiasma la pregunta y podría esta escribiendo largo…
¿Qué recuerdos tienes de tus primeras películas hasta las más recientes? ¿Qué cambió en la vida cinematográfica de Eduardo Milewicz?
E.M: No estoy muy seguro de saberlo. Prometo averiguarlo en la próxima y después te cuento. Lo que si puedo adelantarte es que año tras año, la lectura y la escritura van ensanchando en mi sus dominios.
¿Qué significa hacer cine hoy en la Argentina?
E.M: Una bendición como siempre. Una carrera de obstáculos. Una industria amenazada de muerte. Un ejercito de resilientes, resistentes, actores, autores, directores, técnicos, productores, público, estudiantes, un ecosistema precioso e imbatible.
¿Tienes proyectos en el campo de lo documental o del cine de animación?
E.M: Tengo un proyecto documental, junto con Roger Ribeiro, productor brasileño, y Diego Lublinzky, director argentino, sobre, precisamente, la actuación audivisual.
¿Qué proyectos futuros tienes en mente para lo inmediato?
E.M: Una serie para Brasil, Clase Media y un proyecto de largometraje, también para Brasil.
Escribir para cine… ¿Qué es drama y qué es comedia?
E.M: Si le creemos a Aristoles, básicamente son lo mismo, lo que cambia es el final, feliz para la comedia. La exploración de la comedia me parece de lo más interesante, inquietante y riesgoso que me propone en estos momentos el lenguaje audiovisual.
¿Qué significa que un guionista sea realmente un escritor, un literato?
E.M: No creo que haya una relación tan directa. Si un escritor de ficción, novelas, quiere escribir un largo, probablemente necesite de una mínima (a veces extensa), formación técnica. Y a la inversa, si un guionista quiere escribir una novela, pues tendrá que remarla, formarse, aprender. Dicho esto, aclaro:
el guión de La Vida Según Muriel lo escribí juntó a Susana Silvestre, novelista y cuentista, (fui alumno suyo en su taller literario). El guión de El Amor a Veces, lo trabajé con Eduardo Berti, escritor que admiro. Me gusta convocar a escritores para el trabajo conjunto de escritura de algo tan poco literario como un guión.
Por último, un pensamiento que sintetice tu sentimiento hacia el séptimo arte ¿Está destinado el cine a ser el gran arte del futuro?
E.M: No soy vidente. Y el futuro se volvió algo complejo de descifrar. Soy, por lo general, optimista, pero siento en este momento, que el cine está bajo amenzas, como tantas otras especies, en peligro de extinción. Hagamos algo.