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Poemas de Claudio D'Apice (Caba)
19.05.2025 13:23 |
Noticias DiaxDia |
CAÍN
Preguntó Dios:
¿Adónde está tu hermano?
Y Caín contestó:
Lo sepulté bajo los bombardeos, Padre.
No quería morir.
Lo quemé con el fuego que me diste, Padre.
Aullaba.
Corté su cuerpo en grandes trozos, Padre.
Seguía gritando.
Lo sumergí en las aguas del Jordán.
Y ya no dijo nada.
Está allí, con los peces, en el fondo del río.
Puedes verlo tú mismo.
Preguntó Dios:
¿Adónde está la mujer de tu hermano?
Y Caín contestó:
La perra no quería hablar.
La entregué a los soldados, Padre.
En la noche esos ruidos no me dejaban dormir.
En la mañana pregunté por ella.
Y todos se rieron.
Preguntó Dios:
¿ Y el niño de tu hermano?
¿Adónde has escondido al niño de tu hermano?
Y Caín contestó:
Lo estrellé contra las piedras, Padre.
Y sus pequeñas manos que arañaban el cielo lograron conmoverme,
pero no me detuve.
Lo enterré, con escombros, junto a las topadoras.
Ya no sufrirá más.
Preguntó Dios:
¿Qué es lo que has hecho, Caín?
¿Qué haré contigo ahora?
Y Caín contestó:
Bendíceme, Señor,
porque yo soy tu hijo.
NETANYAHU
Netanyahu, Benjamín Netanyahu, asesino de niños.
Los mártires del gueto de Varsovia te escupen la cara,
y de los hornos salen multitudes,
a señalarte a ti,
vergüenza de tu raza,
perro de Wall Street,
traidor de los traidores.
Todos los días matas un Cristo en Palestina,
pero tú sabes lo que haces.
Tu y alguien más.
No habrá perdón.
No habrá perdón.
Ni olvido.
DOS
Jesús de Nazaret y Barrabás.
Tomados de la mano.
De pie, frente a los tanques.
Uno grita:
Padre, perdónalos, no saben lo que hacen.
El otro grita:
Muerte al invasor.
NO MONSTRUOS
Eva de las estrellas iracundas.
Lilith de los amores salvajes.
Micaela del fuego consagrado.
Rosa de los vientos de alabastro.
Juana de las lanzas húmedas.
Hebe de los pañuelos palpitantes.
Wanda de los pétalos amargos.
María de los cabellos caballos.
Judith de los cuchillos justicieros.
Hermanas.
Cae la noche,
como una gran pared repleta de agujeros.
Y nadie está a salvo.
Porque los monstruos no monstruos incendian mariposas,
apuñalan pájaros en las esquinas de la eternidad.
Hermanas.
Pronto estallarán las estrellas más próximas.
Y será noche y más noche en los acantilados de la luna.
Y será sombra y más sombra en los cementerios de la luz.
Y será sangre y más sangre
en la memoria de las horas por venir.
Vosotras,
que levantáis la belleza como una bandera inclaudicable,
pulid vuestros aceros de venganza y de lágrimas,
anclad vuestros navíos que la tormenta viene,
amad el día nuevo que es un niño sin madre,
y dadle de beber de vuestros pechos de cielo.
Hasta que salga el sol.
PANDEMIA
1
Un planeta de pájaros iracundos asoma en mi garganta.
El cielo se ha cubierto de mariposas negras.
Y no hay adónde ir.
2
¿Cuántos no estarán
cuando el viento levante
los cerrojos de la noche?
3
Entonces Pandora,
bella como la luna,
tibia como las lágrimas,
abrió su caja de maderas salvajes.
Y el mundo aulló.
4
24 de marzo.
No habrá banderas en el atardecer.
Solo calles vacías.
MARAVILLA
Todas las piedras subterráneas del mundo.
Todos los arrecifes de corales del mundo.
Todas las lámparas escondidas del mundo.
Todos los vientos desarrapados del mundo.
Todos los volcanes arrasadores del mundo.
Todas las aguas desbocadas del mundo.
Todas las arenas de los desiertos del mundo.
Todos los valles interminables del mundo.
Todos los bosques milenarios del mundo.
Todos los pájaros del mundo.
Todos los unicornios del mundo.
Todas las mariposas del mundo.
Todos los amaneceres invencibles del mundo.
Todas las noches enamoradas del mundo.
Todos los crepúsculos enceguecidos del mundo.
Todas las dulces esperanzas del mundo.
Todas las amapolas del mundo.
Todas las mieles de los panales del mundo.
Todas las cumbres de nieves inalcanzables del mundo.
Todos los trigales
Todos los trigales de fuego del mundo.
Todas las semillas silenciosas del mundo.
Todos los cielos solos del mundo.
Toda la lluvia sanadora del mundo.
Todas las mujeres insoportablemente bellas del mundo.
Y tu.
Tu eres mi maravilla.
Tu eres mi mundo.
CAÍDO
Escondo mis alas rotas de la luz.
(Oh Padre, no me mires).
No descorras el velo de la sombra.
Ni hombre ni mujer soy.
(Oh Padre perdona mi escandalosa desnudez).
No arrojes sobre mí tú furiosa pena.
El fuego que me salva me condena a mentirte.
Yo, tu hijo imperfecto,
tu primer y último fracaso,
escondo mis alas rotas de la luz.
Que nadie sepa.
Que ni reyes ni esclavos sepan.
Que ni ríos ni piedras sepan.
(Oh Padre no me mires) que aún puedo volar.
Claudio D'Apice nació el 27 de abril de 1958 en Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina. Se formó como poeta en la Sociedad Argentina de Escritores, entre 1981 y 1983, bajo la dirección de Atilio Jorge Castelpoggi, además de talleres literarios variados. Fue corrector ortográfico y de estilo en las principales editoriales jurídicas del país (ERREPAR, Lexis Nexis y Astrea). Coordinó el Primer Encuentro de Poesía y Títeres en 1995, en la Calle de los Títeres, en Cap. Federal. Se formó como actor en el SIT (Seminario de Investigación Teatral) y bajo la dirección de Isabel Repetto y Claudio Pazos, actuando en las obras El montón (creación colectiva) y El acompañamiento (Carlos Gorostiza).
Fue corrector y redactor en los periódicos El Corte Piquetero y No Transar y docente del Taller de Poesía del Centro Cultural La Pater, del Programa Cultural en Barrios. Pertenece a la Asociación de Poetas Argentinos. Y es co conductor del programa radial El Paso Cambiado, que sale al aire por la FM 101.7, en Subteradio, la radio de los trabajadores del subte.
Participó en recitales poéticos de distintos cafés literarios, Feria del Libro, etc.