MARIO EDUARDO ARTECA - TWO AND MORE ISLANDS, MUCHACHO

TWO AND MORE ISLANDS, MUCHACHO

i. m. Marcelo Vernet

Después de completar el multiple choice
ingresé al edificio cuyo esquema primario
fue un proyecto de cárcel del Tercer Reich.
Bloques de hormigón montados sobre espacios
de vigilancia que saludaban al ganado de pie.
Así nos encontrábamos, entre las quinientas
cabezas de baja cotización, libre de aftosa.
Vaca vieja, vaca muerta. Es que nadie. por nada,
escapa por su cuenta de este lugar. Ninguno
se interpondrá entre tu antes y nuestro después.
Hereford, Angus, Brahman, Brangus, Bradford:
dejaste marcada a fuego la carne con el logo
de tu consorcio de hacienda. En verdad,
andaban en la búsqueda de aquellas personas
de mucosas rosadas, a raíz de la adaptabilidad
a los climas fríos y por su producción en gran
volumen. Acercate ahora al fogón, little boy:
hace un tornillo de órdago que licúa toda línea
de la vida en la palma de la mano. “En verdad,
sos una verdadera Reina. Lo sé, porque hice
la misma escena las veces necesarias y conozco
muy bien lo que querés, aunque no sirva de nada
y hasta sea el propio Bill Shakespeare quien
marque en un papel, con puñales de doble hoja
nepalí, el guión de su obra, una Gillette lustrosa
e indolora accionando en la garganta de quienes
cosen los borceguíes con sus dientes de leche”.
En un momento aquello te parece simple, como
cazar un cordero de madrugada y enseguida
despostarlo al voleo para luego comerlo; y mientras
reluce el cielo recargado de una nevisca indócil
entran en escena cañitas voladoras a campo abierto
y, por eso mismo, en otro instante similar, ya
no te dan más ganas de transmitir nada, salvo
la preocupación de estar clavado al lado de tanques
de 150 litros de combustible, los pies y las manos
pegadas a estacas enterradas treinta centímetros
del suelo. El terror de morir quemado, y seguir
por siempre en ese estado, no de muerte, sino
achicharrado en una fiesta de napalm, aunque
no se trate de fosfato sino de una masa abstracta
de relámpagos que sacan a pasear la nieve que
llega en hilos delgados que nunca verán siquiera
los cerrojos del Regimiento 7, ahora convertido
en piezas quebradas, ruinas etruscas de un centro
cultural que apenas si deja asomar la cabeza
al pasado en dos o tres garitas cuyas imaginarias
revisan la hoja de ruta o programa de conciertos,
donde un ensamble de jazz tocará para vecinos
que disparan hacia el lugar indicado para lograr
el momento aeróbico, o bien poner a los chicos
en un tren de la alegría haciendo sonar la sirena,
con sus labios repletos de almíbar y que no saben
que años atrás, en ese sitio, también se fusiló
gente, lejos de un tiempo donde todo fue rellenar
una ficha, encomendarse a quien fuera, poner
toda la carne a la parrilla con tu cuerpo adentro.
“No te importa si vas a ganar o perder, si termina
con que te vas a tu casa o te cae una bomba, vos
lo único que querés es que se termine todo eso”.


POESÍA ARGENTINA Y MALVINAS. UNA ANTOLOGÍA (1833-2022). Investigación, selección, prefacio y posfacio de Enrique Foffani y Victoria Torres (Coordinadores)