Jue 16.Oct.2025 4:37 hs.

cultura-de-jujuy-a-tierra-del-fuego  | 

DOSSIER 10 POETAS ARGENTINXS NACIDOS EN LOS 90. Luciana García Barraza (Tucumán). Por Sergio Morán

16.10.2025 01:11 |  Noticias DiaxDia  | 

Con esta entrega superamos la mitad del objetivo que es llegar a presentar 10 poetas argentinos jóvenes, nacidos en la década del ´90. El camino recorrido y lo que queda de él no sería posible sin los amigos poetas que acercan voces, aquellos que ante cualquier consulta pasan nombres, el perfil en redes sociales o el número de WhatsApp para escribir y establecer el primer contacto con el entrevistado. Vaya mi agradecimiento primero entonces para el poeta santiagueño Gabriel Hoyos Izurieta que siempre es una fuente de lecturas y sugerencias de todo el norte y noreste, y a Maité Lluch que, desde La Pampa, colaboró mucho para ayudar a asomarnos con este dossier a la Patagonia. La lista de agradecimientos seguirá en próximas entregas porque estos proyectos, como la poesía, no son individuales.
* * *

¿Qué es la poesía para vos? ¿Cuál es su función en el momento presente?
L.G.B: Creo que la poesía es una escolta de la gracia; probablemente donde esté ella, un apuro empiece por mirar las cosas de otro modo, o sencillamente, enseñe a mirar. En la escritura, es una aliada (aunque jánica) para comunicarme, y con gratitud admito la gozosa pelea por decir, a través de o por ella. Luego, me ha dado comunidades, refugios, trabajo, fiestas personales, conversaciones graves e irrepetibles, los amigos vivos y los amigos muertos y todas sus bellezas. En relación a lo segundo, hay algo de la resistencia al servilismo respecto de la poesía (o en su versión análoga y/o extendida, de la literatura) a la cual parcialmente adhiero; no obstante intuyo que la poesía puede todavía detenerse a pensar en los alcances del discurso, o sus limitaciones; en definitiva, el valor de la palabra harto desgastada o arrastrada al servicio de las intenciones más crueles. Si la poesía, incluso mudamente, señala lo que el no decir dice, qué poderosa puede ser su invitación a desentrañar las máscaras siniestras del lenguaje.

¿Qué poéticas te interesan?
L.G.B: Fascinada desde pequeña, más que por la poesía como género, por la lengua como poesía (sus sonidos, sus formas, lo que le hacían al cuerpo algunas palabras, lo que las palabras me hacían a mí), supongo que me interesan las poéticas donde el lenguaje se me presenta como anomalía, como relación primera -y última- del poeta con una lengua única, la suya, la extraña -en términos de Piglia- la que sólo siendo ella hace posible su escritura. Aún a riesgo de responder la obviedad, me deslumbra más la idea que con el tratamiento del lenguaje dice un poeta, que las ideas que en su poesía comunica; será que en el lugar donde una palabra estaba por otra, en esa infancia donde aprendí para siempre, los adultos cifraban lo importante, el secreto que no debía ser oído. En homenaje a Fabbri, me gusta que la caza por el sentido sea furtiva.

¿Cómo definirías tu propia poesía?
L.G.B: No sé si me animo a definirla. Ingenuamente creo que todavía puede ser un asombro para mí. Pero puede que sea la victoria de una insistencia que se viste de derrota para no cantar antes de tiempo.

En tu opinión ¿qué poetas han influido en la poesía joven del país o de tu provincia?
L.G.B: Me parece que voy a hablar de Tucumán porque es lo que más conozco, y porque además tiene particularmente una tradición muy fuerte en poesía, con grandes nombres y grandes obras. Me es inevitable no remitirme a la poeta más maravillosa que escuché y leí, y que tenemos la suerte de tener cerca, que es Inés Aráoz. Es muy significativo que a su obra la hayan reunido y editado dos escritores jóvenes, tucumanos, en cuya trayectoria no sólo se destacan libros propios, sino la organización de festivales internacionales, talleres, editoriales, todo un trabajo sostenido con la cultura, que son Sofía de la Vega y Ezequiel Nacusse. Porque creo que habla, entre otras cosas, de una tradición -de mirarla/darla a ver/hacerla circular- pero también de una conciencia de compartir contemporaneidad. Sumaría la obra de Juan González, de Mario Romero, de los escritores de La Carpa, como parte del linaje literario más clásico, si se quiere. Pero también agregaría que nuestra poesía -la que siendo siempre es joven- se alimenta también en su atención por el/la otro/a. Me quedaré ingratamente corta con los nombres, pero sumo a las influencias más importante de los últimos años, la poesía y los talleres de Marco Rossi Peralta y también de Pablo Romero. Desde distintos lugares, han invitado, entre otras cosas, a muchos jóvenes a animarse a escribir, y eso es celebratorio.

¿Querés agregar algo más?
L.G.B: Muchas gracias, Sergio, por estas preguntas, por tu poesía, por la espera, por la amistad que nos encontró, por fortuna, más de una vez.

Luciana García Barraza (1996). Profesora en Letras por la Universidad Nacional de Tucumán, escritora y tallerista. Tiene publicados los libros Broza (Cimarrona, 2018), el tríptico «Habla la perdida» (Gerania, 2021), que incluye los poemarios La casa de los gallos, Habla la perdida e Iluminación de la sangre, la plaqueta Destripadoramente rayo (Imprenta Popular del Norte, 2023), el epub La escritura táctil (Tintabit, 2024) y el libro de cuentos El libro de Luciana (La Cascotiada, 2023). En 2022, un jurado internacional conformado por María Teresa Andruetto (Arg.), Luz Helena Cordero Villamizar (Col.) y Benjamín León (Chile), le otorgó la Mención de Honor en el 1° Premio Internacional de Poesía Miguel Ángel Bustos, por el poemario Pero nunca fue mi corazón más lúcido que en este instante (Abisinia/Escarabajo, 2023). En 2024, ganó el Primer Premio en el Concurso de poesía Dora Fornaciari por el poemario Migas o grueso calibre (Aguacero, 2025).





síganos en Facebook