La Asamblea General de la OEA aprobó por aclamación una Declaración sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, llamando una vez más al Reino Unido y a la Argentina a reanudar las negociaciones sobre la disputa de soberanía, con el objetivo de encontrar una solución pacífica a la controversia.
En la Declaración aprobada durante el 43 período de sesiones de la Asamblea General de la OEA, que se realizó en la ciudad de Antigua, Guatemala, los países americanos expresaron “su satisfacción por la reafirmación de la voluntad del Gobierno argentino de continuar explorando todas las vías posibles para la solución pacífica de la controversia y por su actitud constructiva en favor de los habitantes de las Islas Malvinas”.
En su intervención, Timerman dijo que “la República Argentina ha respaldado a todos los pueblos que recurrieron a las Naciones Unidas para expresar sus derechos frente a las potencias coloniales”, y recordó que la OEA fue el primer organismo regional en apoyar a la Argentina frente al despojo territorial sufrido y la intransigencia británica a resolver pacíficamente la disputa.
El canciller destacó además que una multiplicidad de organismos alzaron su voz unánime en apoyo a la Argentina, en particular la Celac, la Unasur y el Mercosur, quienes, congruentes con la interpretación de que las islas están siendo ocupadas ilegalmente, han adoptado medidas para contrarrestar la explotación ilegal por parte del Reino Unido de los recursos del Atlántico Sur.
Enfatizó que la Argentina recibió también el respaldo de las Naciones Africanas y los Países Árabes, y subrayó que de esta manera queda en evidencia que este anacrónico conflicto colonial y la usurpación de los territorios no solamente ofende a la Argentina sino a toda la región, que reconoce la causa como propia.
Asimismo, al referirse a la realización por parte de la potencia colonial de un llamado referéndum de libre determinación, señaló que se trató de una consulta ajena a las Naciones Unidas dirigida a que un puñado de ciudadanos británicos que quiere que el territorio que fue ocupado militarmente siga manteniendo su status colonial. Recordó que la Asamblea General de las Naciones Unidas expresamente rechazó, en dos oportunidades en 1985, propuestas británicas para incorporar el principio de libre determinación en el proyecto de resolución sobre la Cuestión de las Islas Malvinas.
En ese sentido, Timerman puso en evidencia el doble estándar británico, para quien poca importancia tuvo la libre determinación en el caso del archipiélago de Chagos, de donde desarraigó forzosamente a sus habitantes nativos, privándolos, aún de su derecho a retornar a sus tierras. El Gobierno británico tampoco consultó a los habitantes de Hong Kong cuando restituyó dicho territorio a su legítimo titular, la República Popular China.
Finalmente, el ministro enfatizó la disposición argentina a sentarse a la mesa de negociaciones y expresó que “la disputa de soberanía respecto de la las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, no es sólo una controversia bilateral entre la Argentina y el Reino Unido, sino una causa de interés permanente para nuestro continente, tal como establece la Declaración que adoptamos”.