Niña mendocina volverá a oír tras recibir implante coclear

 

Priscila sufría de hipoacusia profunda bilateral y fue operada el pasado 12 de junio por un equipo encabezado por el doctor Chiaraviglio, cirujano y referente nacional del Programa en la provincia, y percibirá los primeros sonidos a partir de mañana, cuando los médicos enciendan el dispositivo que se le colocó.

 

Se trata de un aparato electrónico que se introduce en el oído interno y estimula el nervio auditivo, que se activa a través de un aparato colocado en la oreja, lo que permite captar los sonidos y recuperar la audición a las personas con sordera.

 

En tanto, Román, de tres años, y Bianca, de cuatro, también hipoacúsicos profundos, serán intervenidos por profesionales a cargo de Mario Yapur en el Hospital Schestakow de San Rafael. Estas intervenciones y el encendido del implante de Priscila serán presenciados por la responsable del programa nacional, Margarita Acosta.

 

Luego, la funcionaria encabezará una jornada de capacitación y sensibilización de todos los actores del programa –integrado por pediatras, otorrinolaringólogos y fonaudiólogos– sobre la detección temprana de la hipoacusia. Durante el encuentro además se entregarán guías, afiches y flyers para el trabajo en los centros de salud de la zona. La misma actividad será replicada en San Rafael con miembros de pueblos cercanos a esa localidad.

 

La sordera es la falta de capacidad para escuchar sonidos. Puede producirse por factores hereditarios, congénitos y adquiridos desde el momento del nacimiento, o adquirirse a lo largo de la vida, obedeciendo a numerosos factores causales.

 

Para impulsar la detección oportuna de este problema y garantizar la integración e inclusión social de los chicos que sufren sordera, el Ministerio de Salud de la Nación adquirió 800 audífonos y 100 audífonos superpotentes para sorderas severas.

 

El Programa Nacional de Detección Temprana de Hipoacusia articula en forma permanente con cada uno de los programas provinciales buscando generar salud auditiva especialmente en el sector más vulnerable de la población, dando mayores posibilidades de acceso al diagnóstico y al tratamiento de estos niños.

 

En la Argentina, la hipoacusia afecta a entre 700 y 2.100 niños al año. La discapacidad auditiva constituye el 18% de las discapacidades en el país, la cual se reparte en un 86,6% de dificultad auditiva y un 13, 4% en sordera.