La embajadora Susana Ruiz Cerutti habló en Naciones Unidas en el debate sobre Protección de Civiles en Conflictos Armados organizado por Argentina, que ejerce este mes la presidencia del Consejo de Seguridad, y exhortó en ese contexto a promover mayores esfuerzos en defensa de los derechos humanos.
Desde la presidencia del Consejo de Seguridad de ONU, Argentina organizó hoy un Debate Abierto sobre la Protección de Civiles en Conflictos Armados en los que pidió garantizar el acceso de la asistencia humanitaria e instó a redoblar esfuerzos concretos para proteger a civiles y prevenir el reclutamiento de niños.
El debate, que fue abierto por el secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki‐moon, se convocó para hoy en la sede de ONU en Nueva York, en conmemoración del Día Humanitario Mundial, ocasión en que Naciones Unidas recuerda al personal de la organización fallecido en cumplimiento de sus funciones.
La representante permanente de la Argentina en Naciones Unidas, embajadora María Cristina Perceval, cedió el sillón de la presidencia del Consejo de Seguridad a la embajadora Susana Ruiz Cerutti, consejera Legal del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
Ruiz Cerrutti trazó un crudo panorama de la protección de civiles a nivel mundial: "Si bien tenemos la esperanza de que el próximo informe indique una evolución favorable, el Consejo de Seguridad continúa recibiendo información sobre situaciones en las que la falta de distinción entre combatientes y población civil tiene como consecuencia civiles muertos, heridos y desplazados, y situaciones en que existen serios impedimentos de distinto tipo y hasta ataques al acceso de la asistencia comunitaria”. Tal como había indicado el Consejo en una resolución anterior, “el estado de la protección de civiles sigue siendo pésimo”.
Para traducir las obligaciones de las Naciones Unidas con los civiles “en mejoras tangibles en el terreno”, la embajadora Ruiz Cerrutti señaló “la importancia del compromiso de los Estados Miembros con la difusión del conocimiento del derecho internacional humanitario”.
Al respecto, recordó que “en Argentina ha sido incorporado como uno de los aspectos salientes del derecho internacional en la currícula de varias Facultades de Derecho, así como en la formación de las fuerzas armadas”.
Sobre este punto, explicó que “con la colaboración del comité internacional de la Cruz Roja (CICR) se dictan cursos de derecho humanitario a las fuerzas armadas, con particular énfasis en aquellas que participan en los contingentes argentinos de lasoperaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas”.
Ruiz Cerutti recordó la experiencia argentina en relación con la necesidad de juzgar a los responsables de los ataques. “En mi país, dijo, debido a su trágica experiencia de la década de 1970, los sucesivos gobiernos luego de la recuperación de la democracia en 1983, adoptaron importantes medidas para asegurar la rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos ocurridas en la dictadura.
Para hacer efectivas las condenas en el derecho internacional, señaló que es importante que los Estados Partes en el Estatuto de Roma adopten las normas necesarias a ese fin.
La Argentina sancionó, en 2006, la Ley de implementación del Estatuto, que tipifica las conductas incriminadas en dicho instrumento y establece el régimen de cooperación judicial con la Corte (entrega y asistencia judicial) y de ejecución de sentencias”.
El debate contó con la participación de oradores de 57 países. En el comienzo, Ban Ki- moon se refirió con particular preocupación a la situación de Siria, donde “pueblos y ciudades están sujetos repetidamente a ataques indiscriminados y desproporcionados”.
El secretario general de las Naciones Unidas dijo que todas las partes involucradas en el conflicto están en falta con sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario, y esto debe terminar de inmediato.
Además de las palabras de Ban Ki-moon, se escucharon los reportes de la alta comisionada Navi Pillay; la titular de la Oficina de Coordinación y Asuntos Humanitarios (OCHA), Valerie Amos, y el director de Derecho Internacional y Cooperación de la Cruz Roja, Philip Spoerri.