La Presidenta ha perdido todos los reflejos políticos, por ignorancia, mala fe y sectarismo. Parece un bombero retrasado: llega al lugar de los hechos cuando las llamas se han devorado bienes y haciendas.
En el caso de la deuda en default, el país perdió credibilidad por los constantes discursos de barricada, la impericia y la incapacidad de un gobierno avejentado. La Presidenta juega el jueguito de locutora oficial, con aires de estadista y apenas se acerca a una curandera. Hace tiempo que el país necesita de un estadista que marque el rumbo, que actualice la gestión, que mire el mundo con ojos argentinos pero sin caer en el chauvinismo berreta de los kirchneristas. En 2015, tendremos una nueva oportunidad democrática de dar vuelta esta triste página de la historia argentina.
Ahora los kirchneristas quieren vender la reapertura del canje como una gesta patriótica. Hicieron lo mismo con YPF, Aerolíneas, las AFJP. Y las soluciones continúan postergadas. El déficit energético se profundiza, La Cámpora no da pie con bola en la línea de bandera, la Anses es la caja que solventa los estragos presupuestarios. Apenas tres ejemplos que sirven para demostrar que todo lo que tocan los kirchneristas se vuelve barro, al revés del rey Midas que convertía en oro todo lo que tocaba. Aunque si hablamos de oro, no les ha ido nada mal: Seychelles.
Por su parte, el gobernador Scioli le echó las últimas paladas de tierra al régimen populista en transición. Quiere que Cristina termine su mandato lo mejor posible. Lo dijo con cara de póker (no le cuesta nada). Detrás de esa declaración fúnebre oculta su pretensión de heredar las migajas del festín que pagamos durante diez años los 40 millones de argentinos. Allá él. Lo importante es trazar una raya. Porque el Gobernador llama a que apoyemos a la Presidenta que busca reabrir el canje de deuda, convocando desde la misma barricada fundacional que escribió el relato oficial. No se trata de ninguna gesta patriótica, por más que la razonabilidad de la propuesta nos inste a la prudencia y el acompañamiento siempre y cuando se privilegie el interés nacional. Observamos que esta movida es, además, un intento por recuperar la agenda perdida, instalando un tema de debate que postergue la sangría de popularidad aunque sea por unos días.
El panorama queda claro. No nos va a distraer la señora locutora que habla mucho y no escucha nada. Tampoco, DOS, el flamante vocero del modelo fracasado. Porque la Argentina necesita un uno superador y ya hemos trazado un raya. Nítida. Plural. Republicana. De un lado el régimen populista en transición. Del otro, el futuro. Nosotros. Vos.
Chavo Ramello – Demián Abbott-Vanesa Hernandez,Marcelo Lopez,Jeronimo Tanko,Cristian Ubiria