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Rosa Oviedo

Por Rosa Oviedo

 Profesora de lengua y literatura. Crítica literaria. (UBA)

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Cultura Matancera. Hoy Omar Cao.

 
Cultura Matancera. Hoy Omar Cao.

02.11.2018 19:07 |  Oviedo Rosa | 

Hablar sobre la escritura de Omar es un desafío sin límites porque su voz poética no delimita, todo lo contrario, la vida es poesía o la poesía es vida para él.

Breve síntesis de su trayectoria: Nació en el barrio de Mataderos en 1948.

 Entre sus ediciones más destacadas se encuentran: 
Uno 
de dos , 1975

 Emigrado de la luna y otros asuntos. Ed. El lagrimal

Trifulca, Rosario 1976 y reeditado por la Ed.La Walsh en 2018.

 “Antología poética universal” poesía-ciencia-ficción

1978.

Cantos del sur, Ed. Conurbano/poesía, 2004.

Fundó con Isabel Corina Ortiz y Hugo Salerno el  grupo literario “La luna que se cortó con la botella”

El país de las estancias, Ed.  El cardo azul, 2017

Formó parte con otrxs autores matancerxs de Alto Guiso, poesía matancera contemporánea. Ed. Leviatán.                                       

Escribió en “Homenaje a Pedro Chappa”. Ed. Leviatán.                                                   

El país de las estancias.  
 
El país está reclamando, nos dice Omar, en la gran estancia.
 
“Los versos des-alambran” le dice y nos dice Hugo Salerno en el espacio abierto de La Pampa (prólogo).
 
El yo poético nos señala la existencia difícil de la dirección del poema. Entrelaza, une y reconstruye con memoria y dolor hacia una dirección irónica a través del tiempo llegando tarde a la muerte. Es entonces donde aparece todo y más que nada esa memoria en diferentes connotaciones reconstruyendo la vida. Lo hace mostrando lo inútil de matar, enfatizando que la huella del devastador dejó vidas carcomidas, sin embargo, no pudo impedir el nacimiento de otros frutos en el espacio del barro, en el espacio del despojado, en el espacio de ese otro en soledad, al que le negaba ser, existir transformándolo en estéril.  
 
Esa memoria poética alumbra la pobreza, transforma al  disminuido de un espacio estrecho impuesto quien conversa con miedo y tristeza en un ser capaz de soñar y denunciar que todo pertenecía al otro, hasta el verso era del  otro. Puede denunciar sin sentirse esclavo, reconociendo otra posibilidad de “ser”, sin sufrir la mirada aplastante del poderoso y decir “no”. 
 
Nos señala en la amplitud de la gran estancia pampeana que ese otro, impostor, apropiador, el que nos ve como bastardos, el que trajo la civilización, e impuso otro viento, otra disciplina y el poder de quitarnos todo, porque todo era para el patrón, se encontró al hombre en el presente con el tiempo del recuerdo y si el freno disciplinador se hace sentir, también existe el freno de la palabra del sojuzgado.
 
“Después ya no tendría posibilidad de / decir de otra manera; / pero ahora / me queman la lengua y los escupo…”
 
Continuamos con las voces del taller “Experiencia Letras”, en este caso  Verónica Zaino:
 
Quiero lanzar los versos por la ventana,
que ardan hasta consumirse,
abrigarme con todos los poemas
que no sirven para nada, decirte verdades sin dibujos,
anclarme en medio de tu muerte
y que vomites tu máscara oscura, 
tus dientes partidos.
Todavía queda una rueda
sostenida en mi ombligo,
acuna el cielo que me nombra
resguardando la alegría del espanto.
Un acorde
toca mi lengua de nube
y rescata mi poema.
 
 Como siempre Pedro Chappa: 
Nos enseñó a contemplar con la sensibilidad del tiempo que dibuja el rostro.

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