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Derechos Humanos señalizó un ex centro clandestino en La Matanza
Las Secretarías de Derechos Humanos de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires señalizaron la ex Subcomisaría de Villa Insuperable, La Matanza, por haber funcionado allí durante la última dictadura el centro clandestino de detención conocido como Sheraton.
24.07.2015 07:04 |
Noticias DiaxDia |
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación -a través de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria-, junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y el municipio de La Matanza, señalizaron ayer la ex Subcomisaría de Villa Insuperable (actual Distrital Noreste II) por haber funcionado allí durante la última dictadura el centro clandestino de detención conocido como “Sheraton”.
El acto se llevó a cabo frente a esa dependencia de la Policía bonaerense, ubicada en Quintana y Tapalqué, de la localidad de Lomas del Mirador, La Matanza, con la presencia del intendente municipal, Fernando Espinoza; el subsecretario de Promoción de Derechos Humanos de la Nación, Carlos Pisoni; la directora nacional de Sitios de Memoria, Judith Said; el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Carvalho; el juez federal Daniel Rafecas, a cargo de la causa que investiga los crímenes cometidos en ese centro clandestino, y el diputado Horacio Pietragalla.
También contó con la participación de Delia Bisutti, sobreviviente del “Sheraton”; Eva Soto, hija del ex concejal Delfor Soto, detenido-desaparecido en ese centro clandestino, y Albertina Carri, hija de Roberto Carri y Ana Caruso, ambos desaparecidos del “Sheraton”.
Ante la presencia de cientos de militantes de organizaciones sociales y políticas e integrantes de organismos de derechos humanos, la sobreviviente Delia Bisutti contó que los detenidos allí “dejaban de ser personas”, y destacó: “muchos podemos contar lo que padecimos, y estos testimonios son hoy parte de las causas por delitos de lesa humanidad”. .
En ese sentido, Bisutti destacó que “la causa, que pasó a juicio oral, fue girada al Tribunal N°1 y es probable que pronto comience el juicio, para que los responsables tengan cárcel como corresponde, con un juicio justo, lo que no nos permitieron a nosotros”.
Eva Soto, quien integra la Mesa por la Memoria de la Matanza y la agrupación H.I.J.O.S La Matanza, contó que sigue viviendo en ese barrio y agradeció a las autoridades la señalización, “para que los vecinos sepan qué sucedió acá”, y pidió “la desafectación de la Brigada de San Justo”, donde también funcionó un centro clandestino de detención durante la dictadura.
Por su parte, Albertina Carri nombró una por una a las víctimas del Sheraton que figuran en el expediente judicial, y recordó que “todavía hay una decena de víctimas a ser acreditadas judicialmente; por el momento sólo fueron acreditadas dieciocho víctimas”.
Y agregó: “entre los años 2000 y 2002 filmé una película en la que transito la historia de mis padres, y quise filmar en este centro clandestino, pero la subcomisaria de ese momento me dijo que acá no había funcionado ningún centro clandestino”.
“Al final logré filmar adentro de la comisaría, y hoy a casi 13 años de eso es una doble alegría que se lleve a cabo este acto, porque no sólo confirma que acá sucedió sino que además está la placa para que nunca más nadie vuelva a decir que aquí no sucedió”, señaló Carri.
La directora nacional de Sitios de Memoria, Judith Said, explicó que las señalizaciones “son una política nacional, que ha venido para quedarse”. “Estos actos reparatorios hasta donde es posible (porque los compañeros ya no están) buscan devolverles la dignidad a los que han pasado por este lugar y a sus familiares”, indicó.
Además, sostuvo que “este es un Estado que los contiene, que los protege, y que nuestras políticas apuntan a que nunca más un compañero o una compañera puedan pasar por estos lugares del horror por sus ideas políticas”.
Finalmente, Said resaltó que “esto no tiene que ver con un presidente ni con un intendente, tiene que ver con todos los argentinos y argentinas; tenemos que profundizar las políticas de memoria, seguir denunciando a los cómplices civiles y hacer que esto sea carne de todo el pueblo argentino”.
En tanto, el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Nicolás Carbalho, reconoció tener “sentimientos encontrados en este acto: por un lado recordar a los compañeros desaparecidos, pero también mirar al futuro desde la reparación”.
En otro orden, aseguró que “todavía quedan prácticas oscuras en las fuerzas de seguridad asociadas a la dictadura”, y llamó a “combatir la violencia institucional y la violencia de género”. “Actos como estos son una invitación a los policías a adaptarse a las prácticas democráticas”, reflexionó.
A su turno, el juez Daniel Rafecas contó que como parte de las investigaciones en el marco de la causa del Primer Cuerpo de Ejército, recorrió decenas de centros clandestinos. “Lugares como el ‘Sheraton’” o el ‘Chalet’ eran especiales, porque a diferencia de otros centros clandestinos en otros barrios de clase alta, éstos estaban en barrios populares”, reflexionó, y agregó: “Era una paradoja porque las víctimas luchaban por los derechos de las personas que vivían en estos barrios, que eran un territorio hostil para la dictadura”.
“La dictadura, con su poder total, copó el territorio con mucha fuerza, y por eso la reflexión es que no hubo dos demonios, hubo uno solo: el terrorismo de Estado”, expresó el juez, y señaló que “este tipo de iniciativas tienen que ver con un cambio cultural en Argentina: la cultura autoritaria persiste en muchos ámbitos, y es una cuestión crucial para el Estado de derecho, que no vamos a permitir que nadie lo ponga en peligro”.
El diputado Horacio Pietragalla destacó la importancia de las señalizaciones “para que nuestra ciudadanía sepa qué pasó acá”, y sostuvo que “si en estas comisarías, los pibes que entran, pibes por los que nos rompemos el lomo todos los días para que puedan progresar, siguen siendo torturados, va ser todo en vano”. “Hoy la ciudadanía pide seguridad, pero hay que garantizar que las fuerzas de seguridad sean democratizadas”, agregó.
Finalmente, el intendente Espinoza recordó al ex concejal Soto, desaparecido en el “Sheraton”: “fue de esos militantes que no dormían, militando en los barrios”. Y señaló: “el volveré y seré millones de Evita son esos militantes que hoy están presentes aquí y que recordamos”.
A su vez, Espinoza sostuvo que en las políticas de derechos humanos “no hay cuestiones individuales, es la lucha de un pueblo organizado”, y recordó que antes del 2003 “a muchos dirigentes les daba vergüenza hablar de los desaparecidos”. Finalmente, el Intendente llamó a “seguir demostrando con hechos el compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia”.
Con esta señalización, ya son 119 las instaladas en todo el país con el objetivo de expresar en el espacio público el compromiso del Estado democrático de dar a conocer y condenar estos crímenes, impulsar el juzgamiento de sus responsables y aportar al reconocimiento y la reparación a las víctimas.