cultura-de-jujuy-a-tierra-del-fuego | Libro de cuentos de Fabián Soberón. Todo es Ahora
Los aspectos más oscuros de la sociedad. Por Omar Ramos
12.02.2025 09:30 |
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Este libro de cuentos de Fabián Soberón, titulado Todo es Ahora, publicado por la editorial Brumana (2024) Rosario, lleva al comienzo dos epígrafes, uno de ellos de Shakespeare, Hamlet, Acto segundo, Escena 2, “El asesinato, aunque no tenga lengua, sabe hablar con un órgano milagroso”. Este texto obtuvo en 2023 La Beca a la Creación del Fondo Nacional de las Artes.
Todo es ahora, tiene en general las características de los policiales negros. Se conoce como policial negro, tanto cuentos como novela, a un subgénero dentro de la narrativa policíaca, que se adentra en los aspectos más oscuros de la sociedad en la que tiene lugar el crimen a resolver. Esto significa que la sociedad misma es representada de un modo decadente, con valores en crisis.
En el cuento El Fantasma de Matilde, que inicia el libro, dos novicias matan a Matilde, un maestra. Una de ellas la golpea por la espalda, la noquea. Entre las dos religiosas trasladan el cuerpo a un auto ubicado en el garaje. Esa noche se recuestan. Interviene un Magistrado, La Fiscalía, el Comisario, la Policía y lo más importante, una vidente. El relato termina con un escena de subgénero fantástico. En El eunuco, otro relato conmovedor por el secuestro de mujeres musulmanas de los harenes, se cita a eunucos célebres como Bagoas, amigo de Alejandro Magno. El logro de este cuento es llevar a esta historia al presente en los prostíbulos de Buenos Aires.
En Ojos celestes los celos, la muerte y la locura van de la mano, incluso el autor hace uso de la perversidad: “Saco un ojo y después el otro, con lentitud. Eso no basta. Le quito las sábanas de encima. Introduzco el bisturí en su vagina”. En el telo, en la pared de la recepción del hotel alojamiento hay un hueco tapado por un cuadro berreta. Es un agujero fabricado por el dueño para espiar, lo que hace una empleada. Ve situaciones normales de erotismo hasta que ocurre un hecho de sangre.
El lenguaje de este libro tiene las características del realismo sucio porque su léxico por momento y sus escenas son descarnadas, ajenas a toda lírica. Fabián Soberón usa en boca de los personajes expresiones soeces que muestran al lector, en muchas ocasiones, lo grotesco. Y esto es mérito de este libro que sacude con homicidios sangrientos y con situaciones llenas de suspenso e incluso terror.