Enrique Vaquié, diputado nacional por la UCR y exministro de Hacienda de Mendoza invitó al gobernador Francisco Pérez a charlar y debatir.
"Podemos charlar del pasado, cuando los justicialistas dejaron el gobierno hacia fines de los 90 con un aparato productivo destruido y un déficit fiscal equivalente a 3 meses de ingresos. Hablemos públicamente cómo usted y Jaque recibieron a la provincia a fines del 2007 con un aparato productivo funcionando y creciendo, sin déficit fiscal, con obras públicas financiadas con recursos propios. En este contexto discutamos la política económica de nuestros gobiernos, la estabilidad tributaria, las renegociaciones de deuda, la administración tributaria enfocada a los grandes contribuyentes (petroleras, compañías de seguro,
etc.), los Petron y cualquier otro tema que usted prefiera", expresó Vaquié.
El diputado también propuso al Gobernador debatir sus casi 6 años en el gobierno, "cómo estancó la economía de Mendoza, cómo volvió el déficit fiscal, cómo frenó la creación de empleo privado (el público no, dado que sigue nombrando gente), cómo siguiendo a Moreno destruyó las estadísticas publicas provinciales, etc.".
"Pero más importante aún, debemos conversar sobre el futuro de Mendoza, sobre la generación de valor en nuestra economía, la mejora en la prestación de los servicios públicos, la generación de empleo privado de calidad, la eliminación del déficit fiscal, salir del 'impuestazo' a las pymes mendocinas que usted impuso", concluyó.
EL PETRON Y EL APRENDIZAJE DEL PASADO
El economista explicó que el Petron "fue algo que no nos gusto sacar. En el contexto de la crisis del 2002 pensamos que era el mejor instrumento disponible para reactivar a la provincia y creemos que lo hizo. Lo constituimos para que no solo no tuviera pérdida de valor, sino que se rescato a los 15 meses a $1,11 por cada peso". Para el diputado, una cuestión del pasado sobre la que sería interesante debatir la renegociación del bono Aconcagua, "un bono nacido de la destrucción del banco Mendoza que el justicialismo hizo en los 90".
El bono fue colocado en Nueva York bajo jurisdicción y moneda norteamericana y el gobierno radical consiguió bajar la tasa de interés y estirar los plazos. "Esto se hizo con eficiencia evitando que los juicios llegaran al presente como ocurre con la reestructuración nacional" explicó Vaquié.
"Lo que menos nos gustó del Bono Aconcagua fue la moneda en la que nos endeudamos como mendocinos, pero no se puedo cambiar. Por ello no hay que volver a cometer el error de los 90. No hay que endeudarse otra vez en dólares".