Unasur debate sobre el consumo excesivo de alcohol

 

La reunión sobre “Políticas Latinoamericanas de Prevención y Reducción del Consumo de Alcohol y otras Drogas” cuenta con la presencia de representantes de Chile, Brasil, Ecuador, Uruguay y Venezuela, mientras que por Argentina participan autoridades y funcionarios de los Ministerios de Salud, Educación, Trabajo, Desarrollo Social, Seguridad y Relaciones Exteriores, así como de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), organismos que forman parte de la Mesa Interministerial de Políticas Públicas en Adicciones.

 

“Como bien señala la Ley Nacional de Salud Mental, el de las drogas es un problema de salud mental y por lo tanto es un problema de salud”, dijo Massa y subrayó que “en esta reunión buscamos correr el eje hacia el alcohol, salir de la cuestión punitiva y entender que es un problema de toda la comunidad, eso es lo que queremos compartir con nuestros hermanos de la región”.

 

El objetivo del encuentro, que concluirá, es lograr un nuevo avance en la elaboración de estrategias y mecanismos de coordinación y cooperación que permitan consolidar una identidad suramericana para hacer frente a la problemática de las adicciones, en especial en lo que refiere a reducción de demanda.

 

Por su parte, el viceministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, aseguró que “históricamente la mirada estaba puesta en la oferta y lo que hay es otro tiempo en nuestra región, un tiempo en el que estamos mirando el desarrollo social de nuestros pueblos y cómo construir una sociedad más justa”. “Esto –añadió- hace mucho más complejo el enfoque y nos obliga a un trabajo más integral e intersectorial”.

 

Señaló que “hay una prevalencia clara entre los consumos problemáticos del alcohol, que además es la adicción más naturalizada”. “Nosotros sabemos que el alcohol es la puerta de entrada a dos cosas: a la adicción, pero también a la pérdida de derechos, como el trabajo y la educación”, afirmó el funcionario y agregó que “la integración suramericana es un mandato histórico y  uestros países tienen presidentes que la llevan a cabo: la integración no es discursiva, se da en acciones concretas”.

 

En tanto, el subsecretario de Relaciones Laborales de del Ministerio de Trabajo de la Nación, Álvaro Ruiz, consideró que “es importante focalizar en algunos de los consumos problemáticos de drogas y, en el caso particular del alcohol, tener en cuenta que está socialmente aceptado y que la edad del primer consumo es cada vez más temprana”. 

 

Además indicó que “este tipo de reuniones no sólo permite cotejar experiencias de los diferentes países de Suramérica, sino que también constituye una oportunidad para desarrollar y avanzar con programas de prevención y acciones de reducción del consumo”.

 

El encuentro se realiza en el marco del trabajo que viene desarrollando el Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de Drogas (Cspmd), cuyos desafíos pasan por fortalecer las relaciones de amistad y confianza a través de la cooperación interinstitucional entre los organismos especializados de cada país, promover el consenso y la articulación en foros multilaterales y hacer frente a las adicciones tomando en cuenta las características nacionales y regionales que presentan las mismas y, sobre todo, garantizando el derecho a la salud mental y a la inclusión social de personas que las padecen. 

 

Las conclusiones serán compatibilizadas en un documento único que será un insumo para la continuidad de la agenda internacional y contribuirá en las nacionales.

 

El del Problema Mundial de las Drogas es uno de los doce Consejos Ejecutivos que componen la Unasur. Se trata de una instancia permanente de consulta, cooperación y coordinación de políticas y posiciones nacionales y regionales. Fue creado en 2009 y su nombre original fue Consejo Suramericano de Lucha contra el Narcotráfico, denominación que luego fue modificada por la actual para dar cuenta de la decisión de ampliar su misión y competencia.

 

A partir del modelo de inclusión social inaugurado en 2003 y con el fuerte apoyo de algunos países vecinos, Argentina viene impulsando con fuerza, ya no sólo a nivel local, sino regional e internacional, la perspectiva de derecho y el modelo de reducción de daños en lo que refiere a las adicciones. Se trata de una premisa central que, en base a la Ley Nacional de Protección de la Salud Mental (Nº 26.657), promueve y garantiza la inclusión social, el abordaje comunitario en salud mental y adicciones. Esta norma incluye de manera explícita la problemática de las adicciones –tanto de drogas legales o ilegales– históricamente relegadas más allá de los límites del sector de la salud.